"Soy lectora de El Mueble desde hace 20 años". Ella es Susana Estévez y vive en Madrid, cerca de Arturo Soria. "El piso pertenece a una urbanización de antiguas casas militares construidas a finales de los años setenta para el personal de la Armada destinado en Madrid", detalla.
"Tiene 106 m2 útiles y nosotros la compramos el año pasado y la reformamos completamente. Además de cambiar los suelos, ventanas, alisar paredes y reformar baños y cocina, tiramos varios tabiques para ampliar el espacio y ganar luz, aunque ya es un piso muy luminoso. La casa consta de salón comedor, cocina, tres dormitorios y dos baños (uno de ellos en el dormitorio principal), además de un pequeño recibidor y un pasillo donde se sitúan los dormitorios y los baños", explica la protagonista de este artículo.
"La estancia que más me gusta es el salón comedor, porque me resulta muy acogedor y cómodo, y en él compartimos tiempo con los niños y también con amigos, ya que nos encanta recibir", reconoce Susana.
"En la reforma, diseñada y supervisada por mí, tiramos parte de uno de los tabiques que forman el recibidor, dejando así un hueco de metro y medio que lo comunica con el salón comedor, deja así a la vista desde este un armario de cortesía y una pared que hemos mimado con una moldura de madera y con un aplique, para dar protagonismo a una pieza de escultura importante que descansa sobre la consola, se trata de una escultura de Lorenzo Queen de la serie "La mano de Dios" que me regaló mi marido hace años", detalla.
"Tras el recibidor se encuentra un luminoso salón comedor en forma de L de 31 m2, desde el que se puede ver parte del recibidor, por lo que el salón comedor tiene prácticamente 35 metros, si tenemos en cuenta los metros del recibidor", sigue narrando nuestra lectora.
"En la parte de la L donde se sitúa el comedor está la puerta que lleva a la cocina, lo que hicimos en la reforma fue abrir un gran hueco de metro y medio y hasta el techo e instalar allí una puerta corredera de hierro y cristal hecha a medida para comunicar comedor y cocina. En el comedor hice instalar además un radiador Roca de la serie clásico con un kit de época en negro y le puse encima una embocadura de chimenea que compré hace años, en otra de las paredes del comedor colocamos un arrimadero de madera lacado en blanco", describe Susana.
"Por otro lado en la parte de la L donde situamos la zona de estar, movimos un tabique hacia la cocina, ya que son colindantes, para ganarle metros al salón, y también metimos hacia el salón una pequeña terraza. Además, esta zona tenía otra puerta que comunicaba con el pasillo de las habitaciones y que suprimimos, ensanchando el hueco hasta metro y medio de ancho y hasta el techo",
"Justo detrás de ese hueco estaba la puerta de uno de los dormitorios, que movimos hacia la izquierda para que no se viese desde el salón, de manera que ahora lo que se ve es una parte de la pared del pasillo con un gran cuadro de la pintora gallega Beatriz Ansede, en lugar de la puerta del dormitorio", describe nuestra lectora.
"Le hemos dado también mucha importancia a la iluminación, ya que somos unos grandes amantes del arte y tenemos una pequeña colección de obra pictórica contemporánea que hemos ido adquiriendo a lo largo de los años, y por eso instalamos focos de techo direccionables y apliques de pared", concluye Susana.