"Hola, soy Beatriz y os quiero enseñar mi casa, un espacio creado con mucha ilusión. Soy una apasionada de la decoración, mi sueño era tener una casa como las que salen en la revista El Mueble... ¡Y se ha hecho realidad! Os escribo porque realmente estoy muy contenta-orgullosa con el resultado obtenido y quiero compartirlo con las lectoras de El Mueble. Yo os sigo desde hace tiempo, me ha ayudado a tener claro lo que quería, y cada vez que os leía soñaba en tener una casa así...". Así empezaba el relato de la lectora protagonista de hoy. Se llama Beatriz Escudero y tiene un bonito piso con jardín en Sant Cugat (Barcelona), lleno de soluciones muy ingeniosas. ¡Atenta a las fotos!
"Todo empezó con un regalo de Reyes de mi marido, "Vale por una propuesta de reforma por la interiorista Mireia Masdeu". Ese fue el pistoletazo de salida a este proyecto", explica nuestra lectora.
"Este piso nos lo compramos hace más de 20 años. Era el momento de actualizarlo, hacerle un lavado de cara y ajustarlo a las necesidades de la familia. Estas van evolucionando, no son las mismas cuando empiezas a formar una familia, que las de ahora, que la familia ya es más grande", añade.
Fíjate bien: a continuación de la cocina se aprecia que continúa una barra que prolonga la superficie de apoyo. Ahí Beatriz y su marido han puesto una TV, aunque sirve incluso para trabajar con un portátil.
"Quería que el piso fuese cálido, sencillo, acogedor y muy práctico. El estilo lo tenía claro: materiales naturales, atemporal y colores neutros-claros. Además, necesitábamos más espacio para los dos jóvenes de la familia, capacidad de almacenaje y aprovechar al máximo los espacio (eliminar pasillo y unificar espacios office con comedor)", detalla Beatriz.
Fijaos en cómo ha abierto la cocina al salón, dejando a un lado un tabique a media altura que al otro lado sirve como mueble de TV y continúa como una mesa que sirve de office e incluso mesa de trabajo si hace falta:
Reconvertimos un piso de 4 habitaciones (una de ellas estrecha en formato tubo), con pasillo y espacios cerrados (cocina estrecha con poca luz), en un piso de 3 habitaciones, espacios amplios, luminoso, con mucha capacidad de almacenaje y práctico", describe nuestra lectora.
He de decir que el tomar la decisión de eliminar una habitación fue lo que más me costó, pensaba que perdería valor por el hecho de tener menos habitaciones, podría arrepentirme en algún futuro por tener la necesidad de una habitación... Y la verdad es que ahora viendo el resultado, puedo reconfirmar que 'más vale poco y bien que mucho y mal', opina Beatriz.
Gracias a este nuevo tabique acristalado, el recibidor ha ganado mucha luz:
Además, el piso se debe adaptar a las necesidades diarias no a las puntuales o futuras. "Eliminar esa habitación no sólo aportó mejora en el tamaño de las habitaciones de los chicos sino que también se destinó al comedor, dándole más armarios y por tanto posibilidad de mantener mejor el orden", reconoce la protagonista de hoy.
Pero no fue la única decisión difícil que tuvo que tomar Beatriz: "Otra cosa con la que dudaba fue la de hacer una cocina abierta, el tema de olores me preocupaba. Inicialmente decidí integrarla en el comedor con la condición de poner un cristal, a fecha de hoy ese cristal no está puesto, pero es posible que termine cerrándola un poquito...".
Se tiraron los tabiques que definían un recibidor, cocina y pasillo, y de esta manera obtener un recibidor abierto que permite nada más entrar en la casa tener la sensación de espacio, viendo directamente el jardín del piso. "Ahora, este 2021, tengo previsto hacer cambios el jardín - terraza", concluye Beatriz.