"Ésta era la estancia que más ilusión me hacía. El diseño, aunque pueda sorprender, lo tenía claro desde antes incluso de tener niños. ¿La culpable? Por supuesto, la Revista el Mueble. Tenía unos archivadores en los que iba guardando recortes de vuestra revista. Allí estaba el cuarto de juegos que quería para los niños. En uno de los recortes estaba el mural del principito (que no sabéis lo que me costó encontrarlo). En otro, la estantería con la pizarra. Con el recorte en la mano fui a Muebles Picontó para que me lo hiciesen. Una gran alfombra, de la misma tienda, completan la decoración de la estacia", explica Pilar.