"En esta centenaria casa de campo gallega es donde disfrutamos los fines de semana e intento pasar el mayor tiempo posible. Se trata de una casa familiar, perteneciente a mis abuelos, cuya fecha de construcción se remonta al año 1630. Está en Merza mi pueblo natal, situado en la comarca del Deza en las Rias Baixas, donde tranquilidad y naturaleza en estado puro van de la mano" la que habla es Giovana Otero nuestra joven lectora de hoy.
"El proyecto de rehabilitación de esta con más de 400 años de historia ha sido llevado a cabo por la familia. Fue la casa de mis abuelos, conocida con el nombre de casa 'Pena de Roca'. La semilla causante de iniciar este proyecto fue mi abuelo, que era carpintero de profesión. Pensamos que podía ser un gran homenaje mantener y restaurar no solo la casa si no todo el mobiliario que se hizo tiempo atrás con árboles de la propia finca" sigue contando Giovana.
"La finca tiene una extensión de 1,5 hectáreas con árboles y viñedos que hemos conservado. Nuestra casa está distribuida en cuatro dormitorios, un salón, un comedor, 'lareira' y horno antiguo de piedra, y numerosas estancias en el exterior. Frente a la casa tenemos un hórreo que se puede ver desde varios lugares de la finca, así como una huerta y una gran extensión verde para disfrutar de la naturaleza" prosigue.
"Comenzamos a realizar pequeñas reformas hace aproximadamente dos años, intentando mantener la esencia de la casa pero distribuyéndola de una forma más coherente al modo de vida actual. El objetivo ha sido no perder la esencia de la casa pero adaptarla con zonas más espaciosas, distribuyendo en cuatro dormitorios con un baño integrado en cada una de ellas" añade la protagonista de nuestro reportaje.
"El comedor, la cocina y el salón de estar se les ha dado un espacio importante. Es muy curioso que muchas casas antiguas de campo en Galicia no disponían de salón de estar. Antiguamente la vida dentro de casa pasaba en la cocina y de ahí las dimensiones de esta. La mayoría del tiempo me encuentro fuera de Galicia por trabajo y por eso disfruto enormemente cuando estoy en invierno porque invita a encender la cocina de leña. Es una experiencia muy agradable que quienes vienen por primera vez le hace sentir como en su casa" añade Giovana.
"Durante la rehabilitación encontramos una serie de documentos que desconocíamos que ponen de manifiesto que la construcción de la casa es alrededor del año 1630 así como un permiso concedido por el Vaticano para oficiar misa. Este espacio tan especial y bucólico tenemos una 'lareira' gallega donde tenemos el molde de como se hacía tiempos atrás la hostia".
"Para mí el lugar más especial de la casa es una de las habitaciones que está en la planta superior de 36m2. Tiene 5 ventanas que dan visibilidad prácticamente a toda la finca. Personalmente para esta estancia he restaurado muebles de hace dos generaciones además de una bañera antigua con pies de hierro que también recuperamos con un proyecto floral en el interior.
Giovana sigue hablando de este baño: "Las vistas son magníficas y desde la ducha puedes ver un valle espectacular, en otoño y primavera es una obra de arte. Además tiene una mesa de coser restaurada y adaptada en la reforma".
"Destacar el papel de mi abuela en este proyecto. Ella sigue al cuidado de nuestra huerta 100% natural manteniendo las costumbres de las generaciones anteriores en las técnicas de cultivo. La idea de un cultivo ecológico y cercano a la casa es un valor muy importante en este proyecto" concluye.