Seguimos desvelando las casas preseleccionadas de la nueva edición del concurso de "Las mejores casas de las lectoras", que optan a salir en la revista papel, además de ganar un cheque regalo de 300 euros para gastar en la página web de La Redoute. Hoy nos trasladamos hasta el Valle de Aiala, situado en Álava, a casa de una lectora, Ana Anero. “Siempre me ha gustado tener conmigo una revista de El Mueble para coger ideas y mejorar mi casa durante todos estos años”, reconoce la lectora.
Hace 25 años Ana compró esta encantadora casa de 180 m2, situada en un pueblecito de Álava,"en una zona rural maravillosa donde la paz y la naturaleza van de la mano", explica la lectora.
"La entrada está justo al lado de la cocina, el comedor, la sala de estar y de lectura. Todo en una misma estancia", detalla Ana.
La amplitud de cada espacio nos confirma que esta casa está pensada para grandes reuniones familiares o con amigos. De hecho, así lo asegura la protagonista de este artículo: "Hemos hecho una reforma increíble, es algo diferente. Una reforma donde el espacio, la luz y la sensación de paz enamoran a los amigos cuando los recibimos en nuestra casa".
Todas las estancias cuentan con infinidad de detalles. Aquí, en la zona de lectura, seguro que Ana y su familia han disfrutado de momentos de paz y tranquilidad. Los tonos cálidos y la madera abundan en esta zona, que nuestra lectora ha decorado con mucho gusto, combinando plantas, jarrones y otros elementos decorativos, como el gran reloj de pared.
El estilo rústico, con un pequeño toque actual que ayuda a modernizar las estancias, se respira por todo el hogar. Prueba de ello es la cocina de Ana, que combina la madera de los muebles y las ventanas, con las lámparas de techo en estilo industrial. La combinación de colores blancos y verdes, así como la campana de cocina en color cobre, crean un ambiente con encanto.
"La galería es mi zona preferida", confiesa Ana. Con unas vistas increíbles al monte, la galería cerrada de nuestra lectora de hoy, se convierte en un pequeño oasis de calma particular. Las vigas de madera, junto con los sillones de mimbre y los grandes ventanales que dan al exterior, lo convierten en un lugar acogedor.
La casa cuenta con una habitación de matrimonio y un baño completo, además de dos habitaciones más con un aseo, separadas de la zona principal. Los tonos verdes azulados y rosa pastel protagonizan estas estancias, y los cabeceros tapizados en capitoné aportan esa sensación de calidez al dormitorio.
Con el fin de aprovechar todos los espacios de la casa, nuestra lectora ha incorporado también un cuarto de lavado en uno de sus baños. Una idea muy práctica y cómoda para llevar a cabo este tipo de tareas.
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