Básicamente, deberás valorar dos factores: la entrada de luz que recibes y el estilo que quieras dar a la estancia. "Las telas translúcidas, como el lino, el algodón o la gasa, filtran la luz y son ideales para estancias en las que queremos ganar luz. Por el contrario, si buscamos que la cortina la bloquee, por ejemplo en dormitorios sin persianas, deberás optar por telas opacas y tupidas, como el terciopelo o la chenilla", apunta Beatriz. En cuanto al estilo, una lisa, con textura o una raya discreta será atemporal, mientras que una de grandes motivos o colores vistosos será protagonista del espacio.
Proyecto de Olga Gil-Vernet con sofá de Miki Beumala y butaca de Honoré.