En primera línea de mar, elevándose con unas increíbles vistas a los acantilados y pinares de la Cala Santanyí, municipio del sur de Mallorca, se ubica una casita familiar moderna muy especial. El propietario de dicha vivienda, muy aclamada por muchos, es un alemán que veraneaba desde pequeño en la isla y, años después, quiso poder hacerlo con más frecuencia, pero ya con su propia familia. Sin embargo, su hogar mallorquín de toda la vida necesitaba una reforma urgente. ¿Por qué? Para conectar la decoración de la casa con la isla y así poder transmitir sus valores a sus hijos.
El estudio de interiores Bloomint Desgin, asumió este reto. Para ello, se desprendió de aquello que no valía la pena y consiguió recuperar la tradición mediterránea en una arquitectura que mezcla los rasgos identitarios de Mallorca con los originarios de la nacionalidad del cliente. El resultado ha dado lugar a una casa moderna que inspira la historia de una familia junto con el sentimiento de pertenencia de un lugar que llevan habitando y respetando durante décadas.
El nuevo hogar queda resaltado por una armonía visual que parte de una paleta cromática de tonos terracota, beige y blanco roto como telón de fondo y los contrasta con colores vivos y veraniegos, como el azul turquesa en referencia a las aguas cristalinas de la isla, y otros más vibrantes. ¿Quieres ver cómo ha quedado? ¡Adelante!