Una casa de campo muy acogedora: parece de cuento y dirías que está en la campiña inglesa, pero es Barrika, el pueblo vasco de los acantilados y las playas salvajes

Los actuales dueños vivieron una temporada en Londres, donde ella se dedicaba al mundo de la moda, de ahí esa apuesta por darle un aire rural británico. Ella tenía muy claro que quería una casa estilo cottage con muchas antigüedades, piezas especiales que crean una casa con alma.

La planta baja de la casa es casi diáfana con el salón, el comedor, la cocina y una zona de juegos unidos. Gracias a eso, los propietarios pueden interrelacionarse más con sus hijos. Una idea también que permite compartir todos los espacios, sin necesidad de separar, todo es de todos y para todos.

Toda la casa está amueblada con muebles recuperados o vintage. El sofá es una antigua cuna de estilo nórdico, con un dosel. Las sillas y mecedoras son también antiguas, al igual que la mesa de comedor de estilo nórdico.

La cocina es la gran protagonista de la casa. Una amplia y cómoda cocina azul celeste con isla, inspirada en las cocinas de la campiña inglesa. "La cocina está hecha totalmente a medida, porque no había ningún fabricante en España que hiciera una cocina de ese estilo. De ello se encargó Carpintería Manuel Sierra", nos explican desde el estudio Oreka Arkitektura.

Las lámparas son de la firma inglesa Emanel. De los pocos objetos y muebles con nombre y apellidos, puesto que la mayoría son de anticuario.

Otra gran particularidad de la casa es que no hay ninguna televisión, ni pantallas. Los dueños quieren dedicarle el mayor tiempo posible a estar con sus hijos. Por eso, en la primera planta, hay una zona de juegos al lado del jardín exterior.

El baño de la primera planta tiene el suelo de mármol realizado a medida por un marmolista que mandó las piezas desde Almería. El espejo redondo es de anticuario con unos adhesivos en la pared en forma de pájaros, muy evocadores, de la tienda de Olive Store. También incluyeron un póster de otra ciudad donde estuvieron: Ámsterdam. 

En la planta superior de la casa se aprecia toda la estructura de madera, donde destaca la crujía artesanal. El baño superior está todo forrado de microcemento con un suelo de cemento hidráulico. 

El dormitorio principal tiene un espíritu muy bohemio. El colchón está directamente colocado sobre el suelo y está decorado con colores tierra que combinan perfectamente con la madera. Además, incluye una pequeña zona de estudio para trabajar. Lo más destacable es la puerta pintada de azul (como todas las de la casa) para homenajear al mar. 

Sin ninguna duda, esta casa se ha convertido en un remanso de paz lleno de vida y personalidad. Como cuenta Raquel Lázaro, de Lázaro Estudio: “Yo creo que el uso de materiales puramente nobles como la madera, el mármol y las pinturas ecológicas hacen que se transmita esa calidez. Al tener muchos muebles recuperados de distintos anticuarios, hace que sea más hogareño, como si estuvieras en casa de la abuela, pero con un halo modernizado en cuanto a colores y distribución de espacios abiertos”.