"Llevamos viviendo en esta casa dos años, es un piso de 120 m2 que se componía de cocina con lavadero, salón con un balcón, tres habitaciones y dos baños. Esta casa es en la que ha crecido mi marido, por lo que tenía bastantes años, y cuando nos mudamos lo primero que pensamos fue en hacerle una buena reforma", cuenta.
"Aunque las habitaciones son muy amplias, la cocina era alargada y estrecha, tenía una entrada muy oscura y un salón que pedía a gritos un cambio. Yo, que desde pequeña entro en cualquier casa y me pongo a reformarla y a tirar tabiques, cuando tuve la oportunidad de hacerlo en mi casa, disfruté como lo que ni os imagináis", añade.