Antes y después: de bajo oscuro y tristón a piso WOW, moderno y espectacular en pleno barrio de Sant Gervasi, Barcelona

La vivienda forma parte de un conjunto de casas adosadas construidas en 1899, de estilo historicista, y protegidas como patrimonio arquitectónico. Cuenta con un patio delantero de 44 m², que las separa de la calle, y un patio posterior de 96 m² muy arbolado y tranquilo.

La premisa de partida del proyecto, que era abrir las estancias en la zona de día y relacionarlas con el patio posterior, obligó a redistribuir los espacios y apear la fachada posterior con el fin de ampliar el espacio bajo el balcón de la primera planta. Después de la reforma, en la fachada se incluyeron unos grandes ventanales que hicieron ganar luz natural al interior y abrir la planta baja al patio. ¡Ha quedado ideal!

La propuesta de reforma se basaba principalmente en situar en la zona posterior que da al patio trasero un único espacio con sala de estar, comedor y cocina. En la parte delantera de la vivienda, ligada al patio de entrada, se trasladaron los dormitorios. El pasillo comunicaba ambos espacios y era soso, con decoración anticuada y no dejaba pasar la luz.

Después de la reforma, el pasillo en blanco y madera es mucho más moderno, agradable y está al nivel decorativo de la nueva casa. Colocaron suelos nuevos de tarima de roble, lo pintaron de blanco de nuevo para dar sensación de amplitud y luminosidad, e hicieron una escalera que comunicara con el sótano para unir ambas plantas. 

Todas las estancias de la casa antes de la reforma parecían una oficina: tenían un bonito suelo de madera, pero no se aprovechaba la luz que entraba por el patio trasero y los muebles eran aburridos y oscuros. En general, necesitaba un lavado de cara. 

Los arquitectos diseñaron una gran e imponente planta baja, de estilo abierto ni paredes que rompieran la continuidad visual, y situaron tanto la cocina como el comedor y el salón a lo largo de la amplia estancia. Los amplios ventanales y puerta de cristal dejan pasar la luz que entra por el jardín trasero y te "trasladan" al exterior.  La reforma, además, tratándose de una planta baja en contacto con el terreno, ha dotado la vivienda de calefacción por suelo radiante y aire acondicionado. 

¡Mira qué bonito! El salón es una de nuestras partes favoritas del piso después de la reforma. En toda la casa se ha apostado por una decoración moderna y chic, que mezcla la madera con los blancos, negros y grises, pero acogedora. Para decorar el salón también han puesto una bonita chimenea que suma calidez y una librería hecha a medida con escalera que va de suelo a techo. 

La zona del comedor tenía una situación parecida: casi no entraba luz, a pesar de dar al patio posterior de la casa, y los muebles parecían restarle estilo. No tenía mucha gracia y el mobiliario era poco aprovechable porque le daba un ambiente de "sala de reuniones". 

Ahora el comedor ha ganado estilo y funcionalidad al estar tan cerca de la cocina. Forman parte de él una gran mesa de madera y unas cómodas sillas negras. Se ha colocado un panel de madera que divide ambas estancias para que queden diferenciadas, pero sin dejarlas incomunicadas la una de la otra. 

Pequeña y sin mucha superficie en la que trabajar, la cocina seguía en otra "época" y no había sido nunca reformada. La nevera era diminuta y los muebles estaban amarillentos. El suelo de baldosas tampoco le favorecía. 

Tras la reforma, la cocina de madera es totalmente nueva y también todos los electrodomésticos que hay en ella. Han seguido con esta combinación de madera y color blanco y han colocado un pequeño office funcional para poder desayunar con las vistas. 

Los arquitectos decidieron salvar varios mosaicos hidráulicos de principios del siglo XX que había en el piso y, una vez restaurados, los usaron como pavimento para las estancias más húmedas de la casa, como si de unos tapices se tratara, como es el caso de la cocina. Asimismo, ahora la zona del office es un rincón súper bonito y luminoso.

El despacho era insulso y tendía al desorden: la mesa redonda del centro, que hacía la función de escritorio, no era nada práctica para trabajar y el mueble de madera oscuro estaba lleno de trastos. 

Situado en la parte delantera de la vivienda, cerca de los dormitorios, ¡el despacho parece totalmente otro! Quisieron hacerlo básico, pero moderno y funcional. La gran ventana deja pasar la luz y hace mucho más amenos los días de trabajo. 

El dormitorio aprovecha el color blanco para ganar luz y crear una sensación que transmite paz, descanso y tranquilidad. Para decorar el dormitorio, se ha colocado un gran cabecero de cama -también en color blanco- que le da un toque especial a la habitación. ¡Precioso!

El baño no tenía nada de especial: sin ignorar que apenas dejaba pasar la luz por esa pequeña ventana, tanto el inodoro, como el revestimiento de las paredes, como la bañera no le hacían ningún favor. Necesitaba un cambio para situarse al nivel del resto de casa. 

El baño moderno también tiene parte de esos azulejos antiguos restaurados que lo convierten en un lugar super especial. Tiene bañera, zona de ducha separada por una mampara y un mueble bajolavabo con luz. Sin duda, ¡parece de un spa!