Este piso lo tenía todo a su favor: metros, elementos señoriales que le daban mucho encanto, y una buena reforma inicial, pero de eso hacía más de 30 años y era necesario modernizarlo y adaptarlo a las nuevas necesidades de sus propietarios.

La interiorista Bàrbara Serra, de Bäse Interiorismo, se encargó de la reforma y de su transformación radical. "La clave fue conservar su esencia regia, con los techos de más de 3 metros de altura y las bonitas molduras, y todos aquellos elementos que, a pesar de tener años, estaban en perfecto estado, como el gran mueble del salón o los armarios y el cabecero del dormitorio", explica la decoradora.

Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.