¿Es posible dar una segunda vida y transformar por completo un piso insulso y sin luz en la casa de nuestros sueños? Sí, lo es. Pasar de una casa oscura a un hogar repleto de vida, contemporáneo y muy funcional, es algo que ha sabido llevar a cabo la interiorista Laura Martínez en una vivienda en Sant Cugat del Vallés (Barcelona). Y es que ha convertido un espacio sin estilo en una casa en clave nórdica, a través de una reforma en la que, los elementos claves y protagonistas, han sido las divisorias de cristal.
Pero no ha sido el único recurso que se ha llevado a cabo, porque también se han sustituido algunos antiguos tabiques y puertas. Eso sí, sin quitar privacidad y diferenciando los usos de cada ambiente. Gracias a ambas soluciones, ha sido posible dotar a la vivienda con una mayor sensación de amplitud, en la que se han podido conectar las estancias, dejando pasar la luz natural. Al mismo tiempo, se ha logrado sumar esa funcionalidad que faltaba, marcando por completo el estilo nórdico escogido para la casa. Pero como es más sorprendente verlo que contarlo, te dejamos este antes y después. ¡Te va a encantar el cambio!