Hacer una reforma integral sin tirar la casa por la ventana fue el principal objetivo de este proyecto, encargo de una joven emprendedora catalana. Este se llevó a cabo en una preciosa finca del 1931 en la ciudad de Barcelona, concretamente en un ático de 116 m2 que goza de la arquitectura típica de las viviendas del barrio de Gracia.
Bajo la premisa de la sostenibilidad y de conservar, en la medida de lo posible, la identidad propia de la vivienda, la interiorista y diseñadora industrial Kristina Georgieva del estudio Dekoding Design se pusó manos a la obra para ampliar tanto la cocina como el baño principal, renovar totalmente las instalaciones, incorporar aislamiento térmico y acústico y asegurar el confort de la nueva propietaria con una bonita decoración. ¡Y así lo consiguió! Sigue leyendo para descubrir el antes y después de este hogar tan especial.
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