3 interioristas desvelan cómo NO deberías decorar el techo: 6 errores que debes evitar para lograr que tu casa se vea estilosa

Para la interiorista Pia Capdevila no existe un "no" a la hora de decorar los techos. "Todo depende de cada proyecto. —asegura. Lo que en uno sería un disparate, en otro sería la solución perfecta, según el efecto que se busque. Cada trabajo requiere de intervenciones distintas y, en el caso de los techos, las combinaciones y las opciones son infinitas". Teniendo en cuenta esta premisa, vamos a ver algunos casos concretos.

"Nunca pondría molduras en el techo, si lo que busco es un look moderno —confiesa Pia—. La razón es sencilla, las molduras hacen siempre el estilo más clásico".

"En algunos casos, no pintaría un techo oscuro si es un techo bajo. En cambio sería la solución para "bajarlo" y conseguir un efecto caja, en el caso de que los techos fueran demasiado altos". "Tampoco pondría espejos en el techo, cuando no quiero acusar algo que se vea reflejado abajo".

¿Qué otra solución no adoptaría Pia para decorar el techo? "No pondría un techo de madera, si no hay un soporte suficientemente rígido para aguantar el peso que supone este tipo de instalación".

En la mayoría de los proyectos de Pia Capdevila, la interiorista apuesta por techos sencillos, blancos y lisos pero... en casas con alma rústica ¡qué bien queda un techo con vigas! Como en esta cocina, Pia se encontró estas maravillosas vigas que no sólo respetó sino que realzó para destacar el estilo rural de la estancia.

El equipo de Brákara Studio (Luis, Rubén y Alejandra) lo tiene claro a la hora de decorar los techos. "Huimos de los techos bajos y los tonos oscuros —aseguran. En nuestros proyectos intentamos hacer los techos lo más altos posible, jugar con el tipo de iluminación y usar tonos claros y naturales".

"Creemos que un hogar tiene que reflejar tranquilidad y serenidad por lo que evitamos recargar demasiado los techos con formas raras o tonos oscuros".

A los integrantes de Brákara Studio les encantan las bóvedas catalanas. Siempre que se las encuentran en sus proyectos tratan de respetarlas, mimarlas y exponerlas con toda su belleza. "En este proyecto de la imagen, por ejemplo, masillamos y pintamos los ladrillos de blanco para realzar la preciosa madera antigua".

En este otro proyecto con bóveda catalana, Brákara ha optado por pintar todo de blanco: ladrillos y vigas, "con el fin de darle más altura al techo sin renunciar a esa característica arquitectónica que ya no se hace hoy en día".

Le trasladamos la misma pregunta a la interiorista Laura Martínez. ¿Cómo no deberíamos decorar el techo? "Desde mi perspectiva, recargar los techos es un error común que se debería evitar. Un techo limpio y despejado contribuye a dar sensación de amplitud y altura en la estancia, evitando la contaminación visual".

Y entre esa contaminación visual de la que huye Laura Martínez está el gotelé. Este tipo de techo texturizado ha quedado obsoleto en el diseño contemporáneo. Tiene más inconvenientes que ventajas: acumula polvo y telarañas y plantea problemas a la hora de repararlo y repintarlo. ¿Una buena manera de utilizar la pintura? Elige diferentes tonos de un mismo color en techo y paredes. Añadirás profundidad y evitarás que el espacio parezca demasiado plano.

"Otro elemento que no soporto en los techos es el papel pintado. Lo detesto. Suele recargar el ambiente y romper la armonía visual".

"Prefiero los techos blancos y sin adornos excesivos —afirma categórica Laura—. En cuánto a la iluminación técnica, las luces deben estar integradas de manera discreta, sin llamar la atención, para mantener la ligereza y claridad del espacio."

"En casos donde existen elementos arquitectónicos de valor en el techo, como vigas de madera, molduras o la hermosa bovedilla catalana, siempre los dejaría a la vista —asegura Laura Martínez—. Estos detalles no sólo enriquecen el espacio, sino que aportan carácter y autenticidad. Sin embargo, en ausencia de ellos mi consejo es optar por techos sencillos y claros".

"Un elemento que adoro y utilizo frecuentemente son los cortineros —afirma Laura Martínez—. Estos no sólo ocultan los raíles de las cortinas, sino que también crean la ilusión de que el techo flota. Así, evitan marcar un final abrupto y contribuyen a dar esa sensación de ligereza al espacio".