Bienvenido julio: 22 FOTOS e ideas para dar un toque decorativo nuevo a tu casa (cosas FÁCILES que puedes hacer en medio día, un día o un fin de semana)

Dar a nuestra casa un toque más fresco y veraniego es sinónimo de utilizar lino. Este textil de fibras vegetales es un gran aliado para el hogar en verano, puesto que absorbe el calor. Además, su apariencia es tan natural y ligera que será el toque que necesitaba tu estancia.

Nuevos cojines para la cama o el sofá. Solo tienes que escoger los modelos que más te gusten. Combina con cuadros a juego. ¿Cómo? Compra pintura acrílica en los mismos colores que los textiles y superpón en un lienzo brochazos en varias direcciones. Ya tienes tu obra abstracta.

Necesitas una bandeja de madera (búscala similar en Maisons du Monde) y varios jarrones mini, combinados en formas y alturas. ¡Ese es el truco de estilista! H&M Home y Casa Shops los tiene desde 2,99 €. Haz que tu centro de mesa sea a prueba de caídas: pega cinta adhesiva en la base de los jarrones y no se moverán. Solo te llevará medio día.

Anímate a darle una mano de pintura a esa cómoda, vitrina o estantería algo anticuada. Cubre el suelo con plástico, retira los tiradores y aplica con una brocha pintura a la tiza. Remata con una capa de cera, que la protegerá del polvo.

Viste la ventana con una composición original y fresca: un estor enrollable de bambú  y caídas en lino.

Un cambio express que puedes empezar a hacer desde ya, es sustituir los textiles de tu casa. Por ejemplo, puedes ir sacando las sábanas fresquitas de verano, e ir guardándo las colchas, nórdicos y mantitas. 

¡Toca reciclar! Dale una oportunidad a las camisas que ya no te pones como fundas de cojín de 40 x 40 cm. No cosas cremallera: aprovecha los botones para atrapar el relleno.

Otra idea para reutilizar es dar una segunda vida a tus botes de conservas, por ejemplo, y convertirlos en bonitas macetas. Esto te llevará solo un rato. Pinta de algún color estos botes y coloca tus plantas de interior en ellos. Las plantas dan mucha frescura al hogar, así que... ¡Adelante!

Renueva baldosas y baldosines con pintura. Da rienda suelta a la artista que llevas dentro y píntalos tú. Si son lisos, dibuja el motivo que más te apetezca con esmalte acrílico para cerámica u opta por un rotulador específico para pintar sobre este tipo de superficie, si lo tuyo no es el pincel.

Reserva un día de la semana para transformar tu recibidor: combina dos colores en la pared a modo de zócalo. Pinta de azul la parte inferior hasta 1,10 m de altura y de blanco el resto y coloca una moldura decorativa de madera (5 €/2,40 m) en el encuentro. Completa el recibidor con un banco, unas cestas para organizar los zapatos (en IKEA 39,99 € y 10 €, respectivamente) y varias perchas en la pared (5 € en Zara Home).

Decora con guiño rústico y protege la parte inferior de la pared de roces y golpes. Este arrimadero de listones de madera de abeto en color blanco, por ejemplo, es una gran opción para aportar luminosidad a la estancia.

Puedes forrar una pantalla tú mismo con la tela que más te guste y lucir lámpara nueva. Es una tarea algo minuciosa y entretenida, ya que deberás sustituir la pantalla antigua por una realizada con la tela nueva (el efecto "deshilachado" como el de la lámpara de la imagen te ayudará a disimular imperfecciones). Si lo prefieres, encarga una a medida en tiendas especializadas.

Los sofás de tu salón parecerán nuevos sin cambiarlos. Confecciona la funda a medida con telas resistentes, especiales para tapizar, y te asegurarás de que no salgan antiestéticas pelotillas con el roce. Toma bien las medidas y ajusta las fundas con cintas o velcro.

Dedica un día a pintar las paredes del salón. ¿Qué prefieres: un tono tierra con intensidad o un color más vivo? La pintura plástica acabado satinado es fácil de aplicar. En el bote verás el rendimiento en metros cuadrados por litro de producto. 

Decora una estancia en el color que elijas. Inspírate en un moodboard (un tablero de ideas con retales de tela, papeles pintados, muestras de pintura y revestimientos) en el color que prefieras y aplica ese tono a la decoración de la habitación que quieras renovar. En esta imagen, el azul es el hilo conductor. Empapela, tapiza una silla o butaca, pinta un mueble, añade cojines en azul…

¡Actualízala por completo! Además de pintar la vitrina, empapela la trasera con un diseño vistoso y sustituye los cristales por malla metálica. 

En tiempo récord, porque solo necesitas un fin de semana. Tu baño parecerá otro al acabar el domingo. Debes elegir accesorios y toallas nuevos, también un espejo y algún aplique. Un truco para las paredes: cubre los azulejos con placas de yeso tipo Pladur para conseguir un acabado liso. 

Escoger el modelo es lo que más te costará. Puedes empapelar una pared completa, varias, crear un zócalo o una franja que enmarque o destaque un mueble. ¿Sabías que hay papeles pintados específicos sobre los que se puede pintar del color que quieras? 

Para que los más pequeños de la casa tengan una habitación infantil de revista solo necesitas un fin de semana. Decora una de las paredes con mini vinilos; sustituye algún mueble como la litera; renueva la lámpara de techo  y los textiles: cortinas, ropa de cama, cojines y alfombra.

La clave es elegir un modelo que puedas instalar sobre el suelo que ya tienes. Para eso, debes pensar en un vinílico o en un laminado. Los primeros son en formato lamas o baldosas e imitan diferentes acabados, desde madera a baldosa hidráulica o cemento. Se pegan sobre el suelo original y cortan con cúter (desde 10 €). Los laminados se instalan con sistema de clic, se cortan con sierra y los encontrarás en diferentes maderas (desde los 14,95 € hasta los 41,95 € en función del modelo).

Cuando tengas un ratito, puedes aprovechar para colocar alfombras de fibras naturales. De esta forma, te adelantarás a la próxima temporada con elementos que dan confort y acondicionan tu hogar.