Materiales, colores y texturas se ponen a tu servicio para que disfrutes al máximo de tu salón de verano. Es la hora de la fibra, de los tonos neutros, azules, verdes y pasteles, del lino y el algodón. De la correcta elección de todos ellos dependerá que tu estar derroche ligereza, estilo y naturalidad en los meses de más calor. ¡Ahhh, y no te olvides de los complementos! Ellos también tienen mucho que aportar. Son esos pequeños detalles capaces de rebajar unos grados con su sola presencia. Con estas fabulosas ideas lograrás refrescar tu salón de inmediato. ¡Ponlas en práctica cuánto antes que el calor ya aprieta!