¿Problemas de espacio? 20 soluciones que te cambiarán la vida

Este salón era muy alargado y estrecho, además de oscuro. Y con la llegada de nuevos miembros a la familia, no solo el espacio se convirtió en una prioridad. También la luz. 

¿Qué hicieron? Eliminaron la pared que separaba el salón de la terraza, ganando muchísimo espacio y convirtiendo un salón estrecho en una estancia enorme, con espacio para el estar, algunos juguetes de los niños y una zona de trabajo, tan necesaria actualmente.   

En este piso centenario, el espacio destinado al comedor tan solo contaba con una pequeña ventana. Y eso hacía que la zona fuera oscura y hasta algo lúgubre. El problema al ir a tirar el tabique fueron las columnas de madera de obra. 

¿Cuál fue la solución? Después de eliminar las paredes, se decidió integrar las columnas de madera recuperada en la decoración. Así la luz del salón bañaba el comedor y viceversa, además de convertirse en el elemento más característico de este salón abierto al comedor.    

En este piso de 65 m2, cada centímetro suma y ¡cuenta! Por eso, había que definir muy bien las estancias y sus usos. El problema surgió cuando hubo que elegir entre una cómoda zona de comedor y otra de trabajo.  

¿Qué hicieron? Ante la falta de un lugar para el comedor y otro para el escritorio, decidieron unir fuerzas. Las dos consolas pegadas a la pared hacen las veces de escritorio cuando es necesario. Y, cuando hay visita, ambas mesas se juntan y crean una gran superficie para comer. 

En este salón con un gran ventanal, faltaba espacio para que se sentaran las visitas cuando venían invitados. Colocar un sofá más no era una solución, ya que además impediría el paso de gran parte de luz natural. 

¿Cómo lo solucionaron? Colocaron un banco corrido y a medida a lo largo de todo el ventanal, de manera que se crearan los asientos necesarios para las visitas esporádicas y, además, se ganó en almacenaje.    

En este piso, el espacio para guardar era más que una necesidad, ¡era una obligación! Mientras que en el resto de estancias no había ni un hueco libre para planificar más armarios, en el dormitorio sí que se proyectó un gran armario empotrado, aunque no era suficiente. 

¿Cómo lo solucionaron? Emplearon el espacio bajo la ventana para colocar un armario a media altura a medida y colocaron un estor en vez de una tradicional cortina o unos visillos.  

En esta casa, la galería se había convertido en trastero improvisado y faltaba un espacio en el que desconectar y tener algo de privacidad. 

¿Cómo lo consiguieron? Vaciaron el espacio y sacaron todos y cada uno de los trastos que lo copaban. Después, con tan solo una estantería y un pequeño sofá lograron una zona ideal para aislarse y pasar un rato a solas.     

Al decorar una habitación pequeña, la posición del armario así como su composición te ayudará a definir el estilo. En este caso, el armario original contaba con puertas abatibles, lo que impedía una cómoda apertura e implicaba tener que mover la mesita de noche para poder abrir ambas puertas cómodamente. 

¿La solución? Cambiar las puertas abatibles por otras correderas. Esto permitió no solo ganar espacio, sino una visión del interior del armario mucho más completa y cómoda.   

Los pisos pequeños obligan a que muchas estancias sean multifuncionales, pero no de cualquier manera. En este dormitorio, no había ninguna pared libre en la que colocar una cómoda zona de trabajo. 

¿Cómo lo solucionaron? Se ha empleado el espacio entre los dos armarios que flanquean la ventana para colocar un tablero volado que hace las veces de escritorio. Si lo pones de la misma medida que el fondo del armario, el conjunto será equilibrado y armónico. Con una silla ligera, el conjunto pasará casi desapercibido.   

Este dormitorio infantil lo comparten dos hermanas, pero el espacio es casi el mínimo y hasta jugar es una odisea.

¿Cómo lo arreglaron? En vez de colocar una litera de las de toda la vida o una cama nido, se decidió colocar una cama tipo litera, pero abatible. ¿Que cómo funciona? Las camas de pliegan cuando no se están utilizando, de manera que queda todo el suelo despejado para todo tipo de juegos.     

En un cuarto de baño pequeño y abuhardillado, la situación de los desagües determina la posición de los sanitarios. Y en este pequeño baño no iba a ser menos. Y, por eso, el lavabo está mirando hacia la ventana y no hay donde poner el espejo. 

¿La solución? En este caso, la decoradora Bárbara Aurell decidió salirse de la norma colocando el espejo a uno de los laterales del lavabo en vez de enfrente. Y esta idea no resta luminosidad, ya que solo se han mantenido en el color de la madera natural en las vigas y en la carpintería de las ventanas, pero el resto es blanco.  

En esta cocina pequeña se quiso aprovechar al máximo el espacio y, aunque no resultaba fácil, no querían prescindir de una zona de office.

¿Cómo se solucionó? Se colocó encimera volada en el lado más corto de la cocina, sin muebles ni electrodomésticos debajo. De este modo se puede usar como zona de trabajo o como office cuando sea necesario.

En esta casa necesitaban un lugar donde colocar la colección de libros, pero no disponían de mucho espacio en el salón o el comedor.

¿Cuál fue la solución? Aprovechar el pasillo, que en este caso ofrecía un ancho suficiente, para colocar una librería de obra. El toque final: los apliques de luz colocados sobre el mueble.

En este dormitorio infantil no había sitio para poner un armario convencional. Además presentaba un reto extra: el techo abuhardillado que, aunque nos encanta, supone una dificultad añadida.

¿Solución? Hacer un armario a medida en la parte más baja del techo abuhardillado y colocar junto a la cama una cómoda a juego con la mesita de noche para añadir espacio extra de almacenaje.

En esta casa, el comedor era casi una zona de paso y sin luz natural.

¿La solución? En este caso, dos decisiones fundamentales lograron transformarlo en una estancia propia. Por un lado, la ventana de cristal sustituyendo la pared y eliminando los obstáculos para que la luz llegue al comedor. Y, por el otro, el banco a medida que en la zona del salón es un mueble, mientras que en la de comedor se transforma en asiento. 

Este salón pequeño resultaba agobiante, daba sensación de agobio y se sentía cerrado.

¿Qué hicieron? Pintar las paredes y el techo de blanco, además de elegir el mismo color para los sofás y el resto de muebles. De este modo se multiplica la luz y la sensación de amplitud.

Antes de la reforma este baño ya tenía bañera. Y, aunque es pequeño, no se quiso prescindir de ella.

¿Qué hicieron para que se viera más amplio? Eligieron microcemento. Este material aporta continuidad visual, lo que hace que el baño se vea más uniforme y amplio.

Debajo es esta escalera había previamente un mueble de obra –y cerrado– al que no se le sacaba demasiado partido: era pequeño y con acceso limitado. El problema es que los propietarios necesitaban una zona de despacho y estudio.

¿La solución? Eliminar el armario y sustituirlo por una mesa de trabajo y estanterías a medida, con espacio para dos personas.

En este dormitorio infantil el reto era doble: se trata de una habitación compartida en la que, además de las camas, necesitaban añadir una zona de estudio.

¿Qué hicieron? Optar por esta estructura con dos camas, la baja junto a la ventana para no tapar la luz y la más alta en la pared perpendicular. En el hueco inferior sobrante se colocó la mesa de estudio con una silla y estante.

En este dormitorio juvenil se quería añadir un baño, pero el único lugar donde se podía colocar era junto a la ventana, con lo que el dormitorio perdería la luz natural.

¿Cuál fue la solución? Sustituir las paredes opacas por unas de cristal con parte tratada al ácido para generar intimidad. De este modo la luz natural sigue colándose en el resto del dormitorio. Además la zona de ducha e inodoro quedan cerradas, mientras que el lavamanos se integra en el resto de la habitación.

En dormitorios pequeños como este a menudo resulta complicado incluir una estantería o librería. 

¿Cómo lo solucionaron? En este caso, se hizo una librería de obra en la parte superior del cabecero, también de obra que incluye un hueco a modo de mesita de noche.