10 interioristas que merecen un premio

Natalia contrapone piezas como un suelo y un papel con distinto dibujo, y consigue que casen a la perfección. El color es uno de sus trucos. Mueble de Ibirrinaga Cocinas y Baños. Papel pintado, de Thibaut, en Tapicería Toral. Pavimento, de Bilbu Cerámicas. Apliques, de Maisons du Monde. Lavamanos, de Leroy Merlin. 

Marta adora la cerámica tradicional, el barro, las fibras, las piezas artesanales... Y en sus decoraciones siempre hay algo de ellos, como en esta librería de obra, pintada de blanco respetando la rugosidad de la pared y con estantes rematados con baldosas de barro cocido.

Este es el salón de la casa de la interiorista, donde condensa toda su creatividad. Marta mezcla estilos y épocas con el blanco como base para darles la máxima luz. Sofá de Sacum, con tapicería de Güell-Lamadrid. Cojines estampados de La Maison y blancos, de Sacum. Armario blanco de Mercantic.

Nos encanta su filosofía. Para Asun, las casas han de disfrutarse. Todo lo que en ellas hay debe ser bonito pero también práctico, y huye de la idea de la "casa museo". Seguir las tendencias le gusta pero siempre tiene presente aplicarlas para crear espacios eternos, que nunca pasen de moda.

Consigue con él espacios amplios, luminosos, en calma. Pero no solo el blanco está entre sus favoritos. También lo están el gris y los tonos pastel. Y no fallan los muebles pensados para guardar y mantener el orden. Sofás y mesa de centro, de Coton et Bois. ¿Quieres saber más sobre Asun? Entra aquí. 

De Bárbara nos gusta su capacidad para reformar las casas creando espacios armónicos en los que no son necesarios muchos muebles. Las estructuras a medida son su especialidad, sobre todo, de DM pintado, como la gran librería de su propio estudio. 

Los espacios de Jeannette son elegantes, amplios y pensados para compartir en familia. Los textiles en sus trabajos son muy importantes y siempre buscan sumar luz, como aquí lo hace el sofá, la pantalla de la lámpara o las aguas de la alfombra. El sofá, la alfombra, la lámpara, las cortinas y la librería son de Cado. 

Los espacios flexibles también son un clásico en sus proyectos, como esta gran puerta corredera que tiene tras él y la propietaria del piso, que abre o cierra la cocina cuando interesa. El cristal grabado evita que se vea el desorden de la encimera o los fogones y, a la vez, no resta claridad. 

Miriam sabe cómo darle a un espacio antiguo una vuelta de 180º. Recupera suelos o los imita, restaura puertas, multiplica la luz con espejos estratégicamente colocados y juega con los materiales: ahora terciopelo, ahora madera en bruto. Una mezcla que saca lo mejor de los espacios. 

Para la interiorista Miriam Barrio no hay límites con el color. Se atreve y lo combina con materiales y piezas que refuerzan su impacto, como en este caso con lámparas en dorado y un cabecero que le disputa al color el protagonismo. El color de pared es el Valentine VC 056 Inca y lámpara Collect Low, de Ferm Living, en Domesticoshop.

La interiorista consigue espacios tremendamente agradables gracias a la sencillez. No hay excesos decorativos, no hay colores que llamen la atención. El blanco domina sus decoraciones y las fibras también son uno de los materiales que más trabaja. 

Así son muchos de sus trabajos, en los que podemos encontrar muebles con truco como bancos que sirven de asiento o de separador a la vez que guardan, o paredes con ventanales interiores que comunican espacios manteniendo su personalidad, o distribuciones que buscan maximizar los metros y conseguir que la luz circule bien.

Pía sabe muy bien cómo ampliar con estilo. Utiliza el blanco, sí, pero con notas de color, como este papel pintado. Las puertas correderas (dobles y elegantes). Los detalles de cristal, como las lámparas. Y una distribución que busca el exterior. ¿Quieres ver otros de sus muchos proyectos? Los encontrarás aquí.

Sus espacios son siempre un espectáculo. Llenos de detalles, consigue dar calidez y frescura a la vez. ¿Cómo? La frescura la logra a menudo con el color utilizando azules o verdes para paredes y piezas textiles. Y la calidez, con maderas en muebles, suelos e incluso paredes, combinada con blanco para darle de nuevo frescor.

Meritxell no decora con timidez. Grandes cuadros, colores poco habituales, piezas de madera contundentes y nada de buscar el clásico "conjunto". Cada pieza tiene su personalidad y juntas, crean espacios únicos y siempre serenos. Sillón, de Crearte, y mecedora, de Fredericcia. Aquí encontrarás los secretos de su estilo.