Este 2024 se llevan los cabeceros de madera: 10 ideas perfectas para dormitorios acogedores e invernales
Todo son ventajas: hacen efecto aislante, son bonitos, camaleónicos y puedes hacerlos a medida o encontrar el que más vaya con tu estilo en prácticamente todas las firmas de decoración. ¿Quieres más motivos para convencerte?
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Actualizado a 14 de noviembre de 2024, 20:51
Cabeceros de madera.
El Mueble
Es difícil que un material tan noble como la madera no encaje bien en cualquier rincón del hogar, sea cual sea su estilo. Y más si hablamos del dormitorio, donde siempre buscamos esa sensación de calidez y recogimiento que aportan los muebles hechos con este material. Los cabeceros de madera son el eterno comodín, el as en la manga que solemos sacar cuando queremos elevar el nivel de la habitación de una forma sencilla, sabiendo que el margen de error es mínimo.
¿Lo mejor? Es que no se ciñen a un solo patrón y podemos encontrar cientos de referencias en la firmas de decoración que se adapten a nuestro estilo o realizarlo a medida, aprovechando cada centímetro cuadrado con el plus decorativo y funcional que nos ofrecen este tipo de piezas.
En invierno, adentrarnos en un dormitorio donde la madera es protagonista es un gusto para los sentidos y, como tiene efecto aislante, hace que los meses de frío sean más amables. ¿Quieres ver los 10 cabeceros de madera que te proponemos? ¡Sigue leyendo!
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Cabecero diseño de la decoradora y apliques de Secto.
El Mueble
Madera y cuero, dúo de éxito
Este dormitorio ya tiene mucho camino recorrido gracias al techo revestido de madera, que le aporta un carácter rústico e invernal irresistible. Para darle el contrapunto y no redundar en este estilo, se ha vestido la zona de descanso con un cabecero de madera y cuero XL súper sofisticado, que suma puntos a la habitación. Así lo ha imaginado la decoradora Carmen Caubet, que ha completado la cama con textiles furry, lana o felpa.
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Mesita de noche, de Ethnicraft, en Carolina Juanes. Cabecero, diseño de Ventura Estudio.
El Mueble
Minimalista y efectivo
A veces en la sencillez está la clave del éxito, y más cuando hablamos de dormitorios pequeños con poca capacidad de maniobra. Lo vemos en esta habitación con techos abuhardillados, que se ha vestido de invierno gracias a textiles de tartán. Una sencilla lámina de madera clara aporta el punto de luz y focaliza la atención del dormitorio en la cama. A veces lo más fácil, es lo más efectivo.
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Cabecero de madera, realizado a medida, diseño de la arquitecta. Mesita de noche, en La Cabaña D'Aran. Lámpara de pie, de Azul-Tierra. Techo de madera de pino.
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Doble función
Las propias camas pueden servir para delimitar espacios en dormitorios de grandes dimensiones. Aquí, la madera recorre la habitación, de suelo a techos, pintados de blancos para dar más luz. La cama se ha colocado en el centro, con un cabecero bajo de madera natural que aporta calidez entre tanto tono neutro. ¿Por detrás? Un tablero de madera que se mimetiza con el ambiente y hace las veces de tabique para ocultar la estancia que se esconde por detrás. ¿El resultado? Una buhardilla íntima, calentita y bien estructurada, reformada por la arquitecta Cristina Carbonell.
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Banqueta y alfombra, de La Redoute. Cabecero realizado a medida por Vicenç Torrent. Lámparas apliques, de Lámpara y Luz.
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Los tonos fríos también son acogedores
Nada que una pieza de madera bien utilizada no pueda arreglar. ¿Quién dijo que esta habitación en tonos fríos no puede ser cálida? Un cabecero de láminas de madera vieja consigue acoplar cada uno de los elementos de este dormitorio en un mismo concepto invernal. Fíjate que tiene el grosor suficiente como para hacer las veces de minirepisa y colocar allí elementos decorativos que dan vida a esta estancia. La alfombra de lana estampada y los techos de vigas abuhardillados hacen el resto, aportando mucho más encanto si cabe.
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Apliques y mesita de noche, de Maisons du Monde.
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Una pared revestida de madera
Imagina que las paredes de esta habitación fueran totalmente blancas. ¡No nos parecería un dormitorio invernal! Con el único gesto de revestir de madera la pared principal, sobre la que reposa la cama, es suficiente para abrigarlo. En este caso, es un revestimiento de madera vieja de castaño y roble, a la que aplicaron un barniz ultramate para darle un toque más especial. Tiene tanta presencia y protagonismo en la habitación que se puede prescindir perfectamente de utilizar un cabecero al uso.
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Banqueta y lámpara de sobremesa, de Angel des Montagnes, en Carmen Caubet.
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Con vocación de cabaña
Cuando las temperaturas se desploman, no hay nada más gustoso que llegar a nuestro dormitorio y que nos transmita sensación de refugio. Esta habitación proyectada por Carmen Caubet nos traslada a una coqueta cabaña de techos de madera abuhardillados que bajan hasta las paredes, produciendo un efecto cápsula muy acogedor. Como ves, la zona de la cama está hecha a medida, con un cabecero de madera insertado en la pared y tapizado en marrón oscuro. Con dormitorios así, ¿quién quiere salir de la cama?
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Cabecero de madera de castaño y mesitas de noche, de la Constructora Era Carrola. Alfombra, en Velafusta.
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Madera y tartán, sinónimo de Navidad
El tartán es un guiño a la Navidad y a la temporada invernal. Este diseño de cuadros escoceses encuentra su mejor aliado en estructuras de madera para el dormitorio. Por esto, Carolina Juanes ha proyectado un original cabecero a medida hecho con lamas de madera de castaño, con bonitas vetas y matices de color. Al ser tipo murete, consigue aprovechar el espacio a lo alto, ya que puede ser utilizado como mesilla de noche o repisa. El techo a dos aguas de roble parece iluminar el espacio.
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Banqueta, de Deco Lur Sofá. Lámparas apliques, de Marset, en Susaeta Iluminación.
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De suelo a techo
Las casas del norte siempre buscan ese punto de abrigo y Begoña Susaeta, que es de Bilbao, bien lo sabe. La interiorista de SuBe Interiorismo tenía claro que a este dormitorio de Cantabria le faltaba el toque acogedor y no dudó en subir el laminado del suelo y el techo para crear un cabecero muy original que, además de decorar, hace más acogedora esta estancia con vistas al mar.
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Cabecero de roble restaurado por Tocat Pel Vent. Apliques Olaf, de Faro Barcelona. Mesitas de noche, en Matèria.
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Un cabecero restaurado
¿Te animarías a crear tu propio cabecero? Con puertas o ventanas antiguas puedes hacerlo de una forma muy sencilla. La interiorista Laura Pujol lo ha conseguido con unos preciosos cuarterones antiguos de madera, a los que ha integrado unos apliques metálicos que crean un bonito contraste de estilos y épocas. Su restauración mereció la pena a la vista del resultado. Unas mesitas ligeras hacen de mesillas de noche.
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Cabecero de madera de roble, fabricado por Ebanistería Landa.
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Con formas geométricas
Lo mejor de la madera es su versatilidad y capacidad para convertirse en lo que tú quieras que sea. ¿Tu sueño es un cabecero trabajado? Aquí tienes este diseño con figuras geométricas que es toda una lección de artesanía. Va de suelo a techo y ha sido ideado por Andrea Diego y Vanesa Vergara, de IN56.
Este tipo de piezas dispuestas en vertical consiguen alargar visualmente la altura de la estancia. En ese tono natural siempre aporta mayor calidez. Nos gusta la mezcla con ropa de cama en tonos neutros y ese toque granate inesperado del cojín central que le da un guiño otoñal.