10 dormitorios fabulosos de este 2024 de la revista El Mueble: modernos, rústicos, elegantes...¡Y llenos de estilo!

Hay dormitorios con carisma y este es uno de ellos. Solo por las vistas, ya tiene mucho ganado. Hablamos de una habitación doble que juega con una amplia gama de colores empolvados. que, aun a riesgo de pecar de edulcorado, no resulta nada pesado. ¿La razón? Los distintos tonos de colores maquillaje, en la pared y en la ropa de cama, que crea contrastes refrescantes y sutiles, y su combinación con discretas notas azules repartidas entre los cojines, el cabecero tapizado de capitoné, una lámpara de mesa y los cuarterones. Todo un guiño a ese magnífico telón de fondo que es el mar. Su estilo atemporal resiste perfectamente el paso del tiempo.

En pleno centro de Barcelona damos con este dormitorio que bebe de la esencia de la Ciudad Condal y del porte señorial de sus edificios con historia. Esta habitación combina lo mejor del ayer y del hoy, enseñándonos que la mezcla de estilos también funcionan en las zonas privadas. Tiene pomos, manillas y una chimenea frente a la cama rescatas de anticuarios, carpinterías y molduras clásicas y una atmósfera relajante y luminosa gracias a los textiles en blanco y azul celeste de la ropa de cama. Destaca el cabecero tapizado a tono y un banquito de capitoné de terciopelo que sube el nivel de la habitación.

Las casas pequeñas tienen soluciones ingeniosas que también se aplican en los dormitorios. Lo vemos en este ejemplo, donde se crea sensación de amplitud dando protagonismo a la pared del cabecero, empapelado con papel pintado de color, en contraste con el resto del habitación. Además, una buena iluminación en las esquinas será vital para potenciar este efecto de mayor espacio, a través de lámparas claras y poco voluminosas.

Tan solo con el uso de un papel pintado se pueden crear atmósferas únicas y trasladarte en un golpe de vista al lugar deseado. Este dormitorio nos traslada directamente a los campos verdes de la infinita Cantabria, con sus tonos verdes y sus motivos vegetales y florales. La decoradora Bárbara Maldonado aconsejó elegir este romántico diseño que queda ideal con la mesita de mimbre y el cabecero forrado en color crudo. “Querían un estilo confortable y familiar”, resume. ¡Reto conseguido!

A falta de espacio para un cabecero con presencia, bueno es un gran ventanal para enmarcar la cama. Escondido tras un montón de cojines, encontramos un cabecero de roble a medida, forrado de tela y doble función: sirve de estante y de soporte para que reposen las cortinas. Las mesitas de noche son dispares, pero encajan como por arte de magia, en parte, porque el color verde de los textiles desvía la atención, cobrando protagonismo y sirviendo de hilo conductor. ¿Te has fijado? La banqueta tapizada también va a juego de las carpinterías.

Hay tantos dormitorios como peculiaridades presenta cada casa. En este caso, se tuvo que cambiar la distribución para que las camas mirasen directamente a las espectaculares vistas que ofrecen sus grandes ventanales. El golpe de magia llega de la mano de dos espejos que parecen levitar sobre el cabecero. No es más que una solución ingeniosa que hace rebotar la luz que llega de frente y refleja el paisaje en la zona de descanso. ¡Qué idea! El módulo de lamas de madera , por cierto, actúa a modo de cabecero y delimita el espacio entre el dormitorio y la entrada al baño. Los textiles también conectan con el Mediterráneo a través de los tonos turquesas y las fibras naturales como el algodón, el yute o el lino.

La calidez y el estilo de este dormitorio no es fruto de la casualidad, ya que su moradora no es otra persona que Natalia Zubizarreta. ¡Ahora se entiende todo! La interiorista ha empapelado toda su habitación con un papel efecto textil que hace que parezca todo entelado, incluso el vestidor. Las mesitas de noche tiene presencia, precisamente para servir de almacenaje extra. Ahí es donde Natalia guarda sus joyas y accesorios. Las lámparas de noche están hechas a medida, con pantallas tricolor diseñadas personalmente por ella para poder coordinarlas con la ropa de cama. ¡Perfecto!

En la zona de descanso, unas apacibles paredes pintadas en blanco roto. En la zona de pasillo y vestidor, un llamativo papel pintado con motivos vegetales lleno de personalidad. Así de simple es diferenciar espacios y usos en una misma habitación. Esta, en concreto, muestra su cara más serena a través de muebles confortables, como el cabecero a medida de lado a lado, y textiles de color azul. No es casualidad, es que los expertos aseguran que los colores fríos como el verde y el azul son más relajantes que los cálidos y, por tanto, más adecuados para decorar el dormitorio. ¡Buena elección!