En su nombre está el origen: la consola se ideó para “consolar”, para ofrecer un punto apoyo mientras se espera o se conversa. De ahí que se asocie siempre a la entrada de la casa, un lugar donde se recibe y se despide con una pequeña charla. Y es que la consola es al recibidor lo que la cama al dormitorio: no podemos imaginar la una sin el otro. Prácticamente lo mismo ocurre en el salón, donde este mueble todoterreno y funcional nos puede salvar de algún que otro apuro estilístico y de almacenaje.
Las hay grandes, en formato mini y muy ligeras, suspendidas, trabajadas, con cajones o sin ellos, modernas o rústicas… Y, precisamente, son estas últimas las que tienen mayor calado en el imaginario popular, porque en sí mismas abrazan el ambiente, son cálidas y están hechas de materiales nobles como la madera. Ellas son las que nos dan la bienvenida a casa y nos invitan a quedarnos de la forma más acogedora. Ya sea en una zona de paso o en una zona de estar, es un mueble que nunca falla. Si quieres lograr ese toque calentito en tu hogar, aquí van 10 consolas rústicas que te pueden servir de inspiración.
Consolas rústicas para darle estilo a tu recibidor