Nuestras 7 consolas rústicas que no son las típicas para darle encanto al recibidor y al salón

Este tipo de consolas son tremendamente versátiles, tanto para el salón como para el recibidor, y su función es clara: ayudar a mantener ordenado el espacio. Está compartimentado y es perfecto para colocar libros, apilar revistas o poner cestos decorativos y prácticos para guardar pequeños objetos. Es un mueble grande y compacto de madera, pero se aligera con un decapado en color blanco que aporta luminosidad a esta zona rústica de paredes de piedra.

El estilo rústico no solo se nutre de maderas claras o envejecidas. ¡Al revés! Es capaz de captar y abrazar a todo de estilos. Esta consola es de madera de roble pintada y el sobre de travertino. ¡Una joya!

No hay casa rústica sin consola de madera. Son una constante en las casas El Mueble porque son atemporales, versátiles y muy muy cálidas. Por sí solas son acogedoras y decorativas, pero si quieres un plus de funcionalidad, elígela con baldas y cajones para tener todo en perfecto orden. Este diseño, en concreto, tiene cuatro cajones con muchísima capacidad y una repisa inferior que se ha decorado con piezas de cerámica esmaltada. Una oda a la artesanía que encaja perfectamente en este tipo de estilos. Los espejos ponen el punto sofisticado y ayudan a reflejar la luz.

Esta es una consola de madera de roble pintada en color verde, un color íntimamente ligado a la naturaleza que se cuela en las casitas de campo y en los salones y recibidores de las casitas de campo. Este diseño cuenta con dos prácticos cajones y una rejilla para apoyar libros, revistas o decoración.

¿Hay algo que combine mejor que la madera y las fibras? Al menos, es lo que vemos en este recibidor, que lo tiene todo para darnos la bienvenida más cálida a casa. Hablamos de un dúo muy bien avenido formado por una consola de madera que es una oda a la sencillez. Menos es más en estado puro. De líneas simples y la mera funcionalidad de servir de apoyo a elementos decorativos como jarrones, libros o bandejas. ¿Cómo sumar puntos? Con cestos de fibras a modo de maceteros de lavanda por debajo y un gran adorno del mismo material en la pared. La sensación frialdad que pueden dar las paredes y los suelos neutros se disipa al instante.

Las consolas de estilo rústico también admiten colores como el azul. Eso sí, con un decapado que aporte ese toque añejo y de campo que tan bien encaja en este tipo de espacios. ¿Su toque especial? Tiene puertas acristaladas para mantener todo a buen recaudo y baldas interiores con muchísima capacidad.

El recibidor es un lugar en el que los muebles recuperados tienen especialmente buena acogida. Lo vemos con esta antigua consola de madera que, en realidad, es una mesa con alas. ¿Acaso hay mejor manera de darle una nueva vida? Sirve de apoyo para la decoración, repleta de jarrones de cristal, velas y damajuanas. Un estilo sencillo, nada recargado y con todo el encanto de una casa de campo.

Las consolas tienen la ventaja de amoldarse al espacio, por pequeño que sea, y aprovechar huecos que de otra manera quedarían vacíos. También pueden oscilar entre estilos más modernos o clásicos que encajan, sin embargo, dentro de la estética rústica. Esta consola de madera con patas chippendale es el claro ejemplo. Su escenario con suelos de toba, el techo en bovedilla y los restos de la fachada de piedra vista también lo ponen bastante fácil.

A pesar de sus líneas clásicas, esta consola de madera de abeto destaca por ser camaleónica y adaptarse a cualquier rincón. Está trabajada en la parte central, tiene patas chippendale y dos cajones.

Este recibidor rústico es un sueño, con sus puertas en un suave verde aguamarina, sus techos en bovedilla y sus suelos de toba. Una base perfecta con encanto rústico que admite muebles imponentes como esta mesa redonda de líneas clásicas. No es la típica consola, pero es una solución a tener en cuenta en recibidores con cierta amplitud. El espejo con efecto envejecido es su mejor aliado. ¿Se te ocurre mejor escenario de bienvenida?

Esta mesa está fabricada en madera de mango, un material duradero y resistente que queda especialmente cálido en el salón o el recibidor. Tiene una pata central y un diseño elegante que facilita la incorporación de unos 6 comensales alrededor de ella.