Un piso en planta baja con vocación de elegante y estiloso chalet, decorado por Asun Antó de Coton et Bois

Viendo esta panorámica, ¿quién diría que esta no es una casa? Pues es un piso, ¡y vaya pisazo! "Es una maravilla", nos confiesa la decoradora de Coton et Bois Asun Antó. "Tiene muchísima luz y el jardín es un lujo. Piensa que todas las estancias tienen salida directa al exterior, lo que acentúa aún más esa sensación de vivir en una casa".

Las lámparas de cuentas, el papel pintado con efecto textil, el aparador casi invisible que cubre las necesidades de este espacio... Aunque el auténtico robamiradas del comedor es el espejo envejecido: "Se compone, en realidad, de varios y lo escogimos con este acabado porque resulta más cálido, se ve más vivido, que uno nuevo, que siempre es más frío", explica la decoradora.

El recibidor es sencillo y cálido, con una cómoda de madera que hace las veces de consola y un espejo tipo ventana, dando como resultado un espacio acogedor y con matices clásicos y modernos. 

Una puerta corredera acristalada separa la cocina del salón, preservando este espacio de olores y humos, pero sin perder la conexión visual con la zona de día. 

Los metros de la cocina permitieron integrar una zona de office que, a pesar de ser pequeñita, tiene mucho encanto gracias a su mesa talqueada de aire campestre y un completo banco que regala más plazas de asiento y, a la vez, capacidad de almacenaje ya que cuenta con el sobre abatible. 

"Queríamos darle un look señorial a la zona de día, en el salón con las molduras de las paredes, y en la cocina con un mobiliario lacado, con frentes con molduras y tiradores de concha, con un punto Los Hamptons, que se ve actual hoy y, lo más importante, dentro de diez años", resume la decoradora. 

En la habitación infantil el arrimadero que hemos visto en la zona de día se ha reemplazado por lamas de madera lacadas en blanco: "Es una decisión estética, porque da un look más desenfadado y country, pero también práctica, porque ayuda a proteger las paredes, que en una habitación infantil están más expuestas", explica la decoradora. 

La decoradora aprovechó la zona a pie de cama con una gran librería, que sirve a su vez de apoyo de la zona de estudio. Igual que en la zona de cama, se han revestido las paredes con lamas de madera lacadas en blanco. Los toques de madera rompen con la unidad de blanco y suman calidez a la habitación. 

Si en la zona de día el color de contraste era el verde, en la suite Asun optó por los tonos teja y mostaza: "Al tener el cabecero en gris, quisimos darle un punto más cálido y natural con la gama de los tierra y detalles de fibras, como la lámpara de coco". Un conjunto sobrio y elegante, pero a la vez cosy. 

La decoradora no dio por perdidos ni un cm de los metros de este piso. Y prueba de ello es uno de los rincones con más encanto de la casa. "Entre el baño y el dormitorio nos quedaba un espacio sin uso y decidimos convertirlo en un tocador, donde poder maquillarte o dejar la ropa y la bisutería antes de entrar al baño". ¡Qué gran idea! Aquí, para separar visualmente este espacio del baño Asun ideó un tocador volado de madera de líneas rectas, en contraste con el mueble lacado en blanco y más clásico del baño. 

La decoradora de Coton et Bois Asun Antó participó en el proyecto de esta casa desde los inicios, implicándose desde en la redistribución de los espacios hasta la elección de los materiales o la planificación de las tomas de luz.