De piso 'Cuéntame' a pisazo muy estiloso con muchas ideas para copiar y un súper salón con tres ambientes

"La propietaria soñaba con una casa luminosa, actual y también atemporal. Por eso creamos una base neutra con un tono arena en las paredes y sobre ella aplicamos toques de color, para dar vitalidad", apuntan Jeanette Trensig y Ana Ehlis, interioristas de Cado Interiors. Ya desde la entrada notamos esta dualidad. "Para dar presencia al recibidor, decoramos la pared con un papel pintado de cuadrados envejecidos y añadimos una consola de madera recuperada", dicen.

El paso al espacioso salón lo hacemos a través de un arco sin puertas, de un negro con mucha fuerza. "Es el mismo que usamos para los rodapiés y la carpintería de aluminio de toda la casa, así creamos sensación de conjunto", señalan las interioristas. Dividieron el salón en tres espacios: en la imagen, el perfecto rincón de lectura frente a la terraza (¡la luz está garantizada!) con una biblioteca a medida, un sofá gris y dos pufs a modo de mesas de centro.

El salón es tan amplio que tiene dos zonas de sofás, una con sofás claros y otra con un sofá de color gris oscuro, con una estantería detrás y plantas a los laterales. Es la zona de lectura.

La tercera zona, la del comedor, está justo al lado, presidida por una enorme mesa de madera reciclada y cuatro sillas, dos de ellas del mismo tono rojo que la chaise longue, las otras con el sofá gris. "La pared de detrás es en realidad un armario con tiradores ocultos, que sirve para vajillas, cristalería...", nos descubre Ana.

La mesa está pegada a un cerramiento en hierro lacado negro y cristal. Tiene una parte fija en el centro y dos correderas a los lados que permiten cerrar el salón comedor.

"En la cocina seguimos con el juego del color arena, en los muebles y los electrodomésticos panelados, y los toques en negro de la campana, la isla, la encimera, los tiradores y hasta el fregadero de acero", cuenta Ana. A los propietarios les encanta la distribución, en forma de L alrededor de la isla.

"A los propietarios les resulta muy práctico y les gusta que se pueda pasar cómodamente por todos los lados". Hay más: escondido tras una puerta de doble cristal entelada, entramos al lavadero.

"En la pared de la derecha instalamos una ventana fija que permite que llegue a toda la casa la luz que entra por la ventana de la izquierda", explica Jeanette. Esta ventana es importante porque sirve para tender, de ahí el segundo gran truco de este lavadero: el mueble bajo parece fijo y continuo, pero no lo es. La parte que queda justo bajo la ventana tien ruedas y se puede retirar completamente (encimera incluida) para poder asomarse, o simplemente se puede abrir el cajón para ocultar la ropa sucia.

"Para aprovechar al máximo el dormitorio de la niña, no solo pusimos una cama nido, sino que extendimos a lo largo de dos paredes una práctica repisa de madera blanca", explica Ana.

También diseñaron expresamente un banco con cajones, un escritorio que aprovecha toda la pared de la ventana y, en perpendicular, un tocador de aspecto minimalista.

En el dormitorio juvenil destacan las láminas que están encima de la repisa, dos cuadros con imágenes vintage de la revista Vogue que le dan un toque chic a la estancia. En la mesita de noche, para aprovechar el espacio, un aplique de color negro, un detalle moderno que encaja a la perfección.

Para llegar al dormitorio principal, pasamos por un vestidor de armarios lacados y tiradores integrados, ¡y un arco negro como el del salón! A un lado vemos el baño, en microcemento. "La pared del cabecero tiene un toque especial, le dimos un acabado que imita el estuco y en la repisa encastramos una tira de led que proyecta una luz muy acogedora", apunta Jeanette.

Al otro lado de la habitación, integraron la antigua terraza para que tuviese un despacho en casa. Con este tipo de detalles sutiles han conseguido la casa actual y atemporal que buscaba la familia.

El dormitorio cuenta con un cabecero de obra, pintado del mismo tono que el resto de la estancia, en el que se han puesto elementos decorativos, como un cuadro grande y velas a los lados.

Ana Ehlis, interiorista de Cado y una de las coautoras de esta ingeniosa y bellísima reforma junto con Jeanette Trensig.