Un domingo cualquiera, cuando la pareja propietaria de esta casa volvía de Girona de visitar a unos familiares, volvió a surgir el tema de cambiar de piso. Una vez más. Por lo que fuera, no era el momento. De nuevo, quedó aparcado el asunto. Hasta que por casualidad, un día, mirando una foto en el móvil realizada a la madre de él, a ella le llamó la atención el lustre de los geranios que tenía en la terraza. Él, no daba crédito de que no viera nada más allá. Y es que al fondo, el objetivo había captado un cartel de "se vende", allí, al lado del piso de su madre.

Había llegado el momento que esperaban, la oportunidad. La magia la logró Egue y Seta cuando les ayudó a desempolvar esa casa, sacarla del baúl de los recuerdos, y convertirla en "de vuelta a casa", como el propio estudio ha llamado a este proyecto. El resultado es una casa familiar, actual y funcional -fotografiada por Vicugo Foto-, que no guarda apenas parecido con el antes. Reformas, cambios, obras, quebraderos de cabeza, mudanzas y todo lo demás adquiere sentido al abrir cada día la puerta de su nuevo hogar y saber, además, que la familia está cerca.