Esta casa era perfecta... excepto por la casa en sí, que era tremenda. Así de contundente se expresa la decoradora Marta Prats, responsable de la reforma: "Era una vivienda muy setentera, con el salón comedor organizado en dos niveles, unas ventanas enanas, y con los interiores dando la espalda al porche y las espectaculares vistas del Baix Empordà de las que, ahora sí, disfruta la casa", recuerda la decoradora. Fue necesario un año de obras para disfrutar de esta nueva versión de la misma casa. Ahora es muy relajada, ideal para una 'slow life'.
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