“Esta era la típica casa ochentera alicantina, con ventanas pequeñas de 1 x 1 y en arco, que nosotros agrandamos al máximo. Ahora, desde el salón, tienes una panorámica de 10 metros lineales de vistas al Mediterráneo", recuerda Pablo. Otra cosa que se ganó con las obras fue la impresionante altura del salón, ahora de 5 metros, tras eliminar el falso techo. Sin falsos techos, se aprovechó para abrir unos lucernarios que llevan aún más luz a la zona de día.
Sofá de Masabo, puffs de Maisons du Monde. Cojines caldera de
La Maison, blancos de Lo de Manuela y con dibujo de Natura Casa. Alfombra de Alfombras Hamid.