La masía moderna de Dolors Bustins "Creo que debo de ser la lectora más antigua de El Mueble. La leo desde hace más de ¡50 años! No hay más que ver mi colección encuadernada con números hasta el año 71, que es más o menos la misma época en la que mi marido y yo decidimos comprar esta masía, en un pueblecito de Girona", cuenta Dolors Bustins. Una segunda residencia para una familia numerosa "Cuando la vi sentí amor a primera vista por sus muros de piedra, sus vistas y sus techos abovedados. La compramos como segunda residencia, pero, sobre todo, para poder reunir aquí a toda la familia sin agobios, porque a mi marido no le gustaban demasiado los restaurantes y aquí podíamos juntarnos sin prisas y sin estrecheces y disfrutar. Así, pasó a ser el lugar donde celebrábamos las fiestas familiares como aniversarios, comuniones, bodas o lo que tocara. Cuando los hijos se fueron haciendo mayores, ya no venían tanto con nosotros a la finca. Una pena", explica. La reformó hace 5 años Durante años, su sueño era poder reformarla y "volver a prepararla para la familia. Pasaba el tiempo y tenía la espinita clavada. Cuando mi marido murió, hace cinco años, me dije 'este es mi momento' y vamos a volver a reunirnos todos donde él había sido tan feliz", confiesa Dolors. Una reforma con la ayuda de El Mueble "La reformé por completo (aunque no tocamos la estructura exterior) con la ayuda de mi interiorista Maite Prats y, por supuesto, con mi archivo de El Mueble. ¡Ahora no me cuesta nada convencer a mis siete hijos y mis nueve nietos para que vengan!", añade nuestra lectora. Un comedor para muchos Una de las características que quería Dolors en la masía familiar es un gran comedor: "No nos podía faltar una mesa grande y pusimos dos comedores. La mesa pequeña la utilizamos para los nietos y la grande para los mayores cuando nos reunimos todos". Un estilo clásico, práctico y con personalidad Creo que a toda la familia le gusta como he decorado la casa tanto como a mí. Cuando llevas más de cincuenta años pegada a El Mueble (¡aún recuerdo alguna en blanco y negro!) desarrollas un estilo. ¿Que cómo defino el mío? Yo digo que es clásico, práctico y con personalidad. Y me gusta añadir el toque moderno, sentirme joven. La mayoría de los muebles son de otras casas donde hemos vivido, o de anticuarios, mezclados con otros modernos. Una cocina abierta al comedor La cocina está conectada al gran comedor, para que en las grandes reuniones puedan estar todos juntos. Es un espacio alargado que, por la otra punta da al exterior, por lo que también es luminoso. Una cocina rústica pero moderna "En la cocina también podemos estar varios a la vez. Yo quería una cocina moderna, pero sin perder el toque rústico que hace la casa tan especial. El suelo es de barro cocido de toba catalana y la campana está camuflada como una antigua chimenea", admite Dolors. Varios dormitorios dobles "Lo pensamos mucho para que quedara una casa cómoda donde todos quisieran venir. Le dimos muchas vueltas. Mi idea era que si venían mis hijos con sus familias estuvieran a gusto y tuvieran algo de intimidad. Por eso, todas las habitaciones tienen su propio baño, y esta es una solución que nos vendrá bien si algún día alquilamos la casa. Hay dormitorios dobles, otros infantiles y he dejado alguno con las dos opciones, es decir, con cama de matrimonio y cunas y camas infantiles. ¡Somos muchos!", detalla la propietaria. Un baño para cada habitación La casa está llena de suites, por lo que cada habitación tiene su baño. Unos baños que, por lo general, cumplen con la norma establecida por Dolors: la mezcla de lo rústico con lo moderno. Suites familiares "En la planta superior, pusimos dos dormitorios de matrimonio completos que se comunican con su respectivo cuarto infantil. Estas suites familiares tienen su propio baño. Una puerta corredera acristalada hace posible comunicar o cerrar el espacio según se necesite. Gracias al cristal pasa la luz y se puede ver a los niños", cuenta nuestra lectora. Nunca se termina del todo... "A lo largo de mi vida he recorrido mercadillos y todo tipo de tiendas buscando y encontrando los muebles ideales. Aun así, cuando miro alrededor, me parece que faltan cosas... Por eso, diría que la mayor verdad que he aprendido es que nunca se termina del todo con una decoración", concluye Dolors Bustins. Y aquí puedes ver el making of de la sesión de fotos que el equipo de El Mueble hizo en la masía de Dolors y la entrevista: