Aunque Lisa y Sean –la pareja protagonista de esta historia– amaban su casa tal y como estaba, la llegada de sus 3 hijos (y la proximidad del cuarto), les hicieron replantearse la distribución, especialmente los espacios de almacenaje, ya que escaseaban. Además, la decoración se había quedado un tanto anticuada, y no es que resultara muy acogedora que digamos. Los hermanos Scott se encargaron de modificar la distribución, diseñando una cocina con isla mucho más moderna que la anterior, y eliminando la zona de juegos infantil del salón.

También actualizaron el comedor, el recibidor, el cuarto de la lavandería y una habitación dedicada a la costura y las manualidades (ideal para Lisa y los niños). A través de una acertada gama de colores suaves y empolvados, junto con el blanco como fondo, la vivienda ha multiplicado su luz y su espíritu hogareño. ¡Te va a encantar el resultado!

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