Esta casa, reformada por la decoradora Marta Tobella, se ha proyectado para ser atemporal y práctica para una familia con niños pequeños. Por eso se ha optado por una base neutra, de un blanco seda que es luminoso y muy acogedor, a la vez. Y se ha aprovechado la conexión con el jardín para inundar de plantas de interior y verde cada espacio de la casa. En el salón, se han combinado plantas pequeñas, en la librería o la mesita auxiliar, con otras más grandes, para salpicar de verde y "vida" este espacio.
Sofás, mesa de centro, puf, butaca, lámparas, mueble de madera y espejo de Sacum.