"Hola me llamo Andrea, tengo 31 años y vivo con mi marido Nahur y mi perrita Saia en un hermoso pueblo marinero llamado Moaña, en Galicia. De pequeña siempre soñaba con crear mi propio hogar. Me encantaba sentarme con papel y lápiz, dejando volar mi imaginación y dibujado como sería cada rincón de mi luminosa y alegre casa. Hace dos años, al fin mi sueño se hizo realidad, y me encantaría compartirlo con todos vosotros" así inicia su historia nuestra lectora de hoy Andrea Souto.
"Después de visitar más de una veintena de casas, una tarde de verano de 2018, descubrimos la que sería nuestro hogar. Cuando vinimos a visitarla, la casa estaba muy descuidada. Llevaba sin pintar desde hacía mas de vente años, la cocina y el baño estaban deteriorados por el paso del tiempo... Los suelos ya se habían quedado anticuados y la vieja chimenea tenía las paredes llenas de hollín tras el paso de tantísimos inviernos. Pero a pesar de todo, nada más verla, supe el potencial que esta vivienda tenía", nos dice esta lectora gallega, enamorada sin duda del color rosa para decorar.
"La luz que entraba por los grandes ventanales, el gran salón-comedor en el que podríamos juntar a nuestra familia y amigos y pasar agradables veladas... O poder disfrutar del jardín y de las hermosas vistas al mar en los días de verano" prosigue.
"Ese día supe que con mucho amor y dedicación esa casa descuidada se convertiría en el hogar que yo diseñaba de pequeña. Cada vez que me sentaba frente a la enorme mesa de roble en la cocina de mis padres con aquel papel, aquel lápiz y aquella enorme cesta, que mi madre guardaba como un tesoro, repleta de todas vuestras revistas. En estos dos años hemos hecho muchísimos cambios. Alisamos las paredes del salón, cambiamos la cocina, los suelos, la puerta de la entrada, nos deshicimos de la vieja chimenea sustituyéndola por una estufa de pellet" sigue contando Andrea.
"Por otro lado renovamos todas las puertas y muebles. A excepción del vestidor, al que dimos un aire más fresco lijando y pintando los armarios con pintura efecto tiza.
Disfruté muchísimo diseñando y decorando cada rincón. No sabría decir cuál es mi favorito" explica nuestra lectora.
"Aprovechamos muebles que ya teníamos de hace algunos años y les di mi toque personal. La mesa del tocador la hicimos nosotros, la lámpara del vestidor, el burro de madera para la habitación de invitados... Todavía nos quedan algunas cosas pendientes, pero sé que poco a poco las haciendo" añade Andrea.
"A día de hoy veo nuestra casa y no puedo describir lo feliz que soy. Sé que no es un casa colmada de lujos y que seguro habrá millones de viviendas mas bonitas, pero para mí es nuestro hogar, el mejor hogar del mundo. Me gustaría que nuestra casa fuese una de las elegidas para salir en El Mueble para homenajear de una forma tan bonita a todas las personas que nos han ayudado a mi marido y a mi en el proyecto más importante de nuestras vidas. A nuestros padres, abuelos, tíos... Y sobre todo a nuestro gran amigo Curro, que dedicó tantísimo tiempo y amor en nuestra casa. Sin ellos, mi sueño y todas mis ideas jamás se harían realidad" concluye Andrea.