Meghan y Harry han preferido mudarse a Frogmore Cottage, en Windsor, por un problema de cuñadas (cómo cualquier hijo de vecino). A mí, desde luego, no me parece mala opción, ¡al menos tendrán privacidad!

Sin embargo, muchos miembros de la familia real inglesa seguirán viviendo en Kensington Palace. ¿Por qué será? Por que el palacio es, en realidad, un complejo lleno de casas y apartamentos independientes por lo que pueden pasar semanas (y meses) sin verse.