Es uno de los tipos de tés más consumidos en todo el mundo, si no el que más. Muy valorado por sus muchas propiedades y beneficios para la salud, el té verde tiene además un sabor delicioso que lo ha convertido en una bebida muy apreciada.
Origen del té verde
El té verde procede de China, de las hojas de la Camellia sinensis. Aunque hay otras variedades de esta planta de las que también se extrae té, el verde se elabora a partir de esta planta. Es una fuente de antioxidantes, concretamente de catequinas, unos polifenoles que le confieren al té verde un efecto protector de lo más interesante.
Proceso de producción del té verde
Esta variedad procedente de China tiene la particularidad de que se elabora a partir de un proceso de tueste de las hojas. Para fabricar otros tipos de té, en lugar de tostar las hojas de la planta, se cuecen, pero esto depende del tipo de té del que se trate y del lugar de origen.
Beneficios para la salud del té verde
Son tantas las propiedades beneficiosas que posee esta bebida especial, que cuesta decidir por dónde empezar a enumerarlas. En primer lugar, el té verde mejora la actividad cerebral, por lo que favorece la concentración y agudiza tu intelecto. Esto es debido a la cantidad de cafeína que contiene que, en el caso del té, no produce ansiedad ni nerviosismo. También previene el deterioro del cerebro.
Por otro lado, el té verde mejora el rendimiento físico, previene las enfermedades cardiovasculares, y estimula el metabolismo favoreciendo la combustión de las grasas.
¿Cómo preparar y servir té verde?
Para preparar una buena taza de té pon agua a hervir y, cuando llegue a su punto de ebullición, retírala del fuego y deja que la temperatura descienda hasta los 70ºC. Elige agua mineral de baja mineralización. Pon unos 2 gr de té por taza y deja reposar durante 2 o 3 minutos, filtra y ya lo tienes listo para servir.