En invierno las temperaturas bajan muchísimo y si durante el día pasamos frío, por las noches mucho más. Pero el frío no puede ser una excusa para no ventilar la casa, porque sí, todas las estancias del hogar hay que ventilarlas todos los días aunque fuera las temperaturas estén bajo cero. Y no, no puedes saltarte ninguna, muchísimo menos el dormitorio.
Porque, aunque te parezca contraproducente abrir las ventanas del dormitorio antes de irte de a dormir, "podrías coger un resfriado", como dirían las madres y las abuelas, no, no te vas a resfriar. Al contrario, las consecuencias para tu salud y tu bienestar serían muchísimo más negativas si no ventilas. A continuación, te contamos los motivos por los que deberías ventilar el dormitorio antes de dormir, también en los meses de invierno. Recuerda: tu salud está en juego.
Por qué debes ventilar el dormitorio antes de dormir también en invierno
Si decides no ventilar tu dormitorio antes de ir a dormir, con la excusa de que hace frío, podrías experimentar una serie de consecuencias negativas para tu salud y bienestar general. Y es que el aire interior tiende a acumular contaminantes y partículas, como dióxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles y alérgenos, que se liberan a través de los muebles, productos de limpieza y sistemas de calefacción.
Esto quiere decir que si no permites que el aire fresco del exterior circule, estos contaminantes pueden concentrarse, afectando la calidad del aire que respiras mientras duermes y pudiendo generarte algunos de estos problemas:
Estarás más cansado al día siguiente
La falta de ventilación adecuada puede provocar una disminución en los niveles de oxígeno en el dormitorio, lo que podría resultar en una sensación de somnolencia, fatiga y dificultad para concentrarte al día siguiente.
Tendrás exceso de humedad, moho y hongos
La acumulación de humedad en el ambiente sin una ventilación adecuada podría propiciar el crecimiento de moho y hongos, lo que podría desencadenar problemas respiratorios y alergias.
Más ácaros y alérgenos por el aire
¿Y qué significa tener ácaros y alérgenos pululando por el aire a sus anchas? Pues que podrás sufrir problemas respiratorios y reacciones alérgicas. Por ejemplo, la acumulación de estas partículas podrían causarte irritación nasal, estornudos frecuentes, congestión y dificultad para respirar. Además, las personas asmáticas podrían experimentar síntomas más acentuados, como ataques de tos y opresión en el pecho.
No tendrás un descanso reparador
La temperatura y la humedad también influyen en la calidad del sueño ya que si no ventilas el dormitorio estaría demasiado cálido o húmedo y te costaría muchísimo conciliar el sueño y descansar.
consejos para una buena ventilación
Para asegurarte que ventilas bien el cuarto antes de irte a dormir, incluidos los meses de invierno, aquí te dejamos varios consejos para una buena ventilación:
- Abre las ventanas: No te preocupes que para realizar una ventilación efectiva no tienes que dejar abiertas las ventanas mucho tiempo, 10 minutos, como máximo, serían suficientes para renovar el aire sin que el frío exterior se apodere de tu dormitorio.
- Mantén la puerta cerrada: Para evitar que el frío que pueda entrar mientras tienes las ventanas abiertas se extienda al resto de las estancias de la casa, mantén cerrada la puerta del dormitorio mientras ventilas.
- Consejo extra: Si el dormitorio tienes calefacción, apágala antes de empezar a ventilar para ahorrar energía.
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