El prólogo de Pierde el miedo a engordar se abre con dos datos devastadores: "Aproximadamente una persona muere cada hora como resultado directo de un trastorno de la conducta alimentaria", y "la industria de las dietas genera 32.000 millones de dólares al año". Sin embargo, el libro apunta a una perspectiva más optimista y esperanzadora: es una herramienta para entender el conflicto existente entre nuestro cuerpo y la comida, los factores que lo alimentan, y cómo podemos reparar esa relación mediante el autoconocimiento y la compasión.

Sara Mansa (@sara_mansa) y Claudia Hernández (@habitatuluz) son las autoras: la primera, dietista-nutricionista formada en PNIE, y la segunda, psicóloga especializada en TCAs, se adentran en el complejo universo de la relación que tenemos con la comida, el peso y la autoestima, para ofrecer una alternativa a la tiranía marcada por la cultura de la dieta.

Los alimentos buenos y malos no existen

Una de las mayores falacias que abordan las autoras es la creencia de que hay alimentos buenos (cuyo consumo debemos imponer) y otros malos (a evitar). "Es importante deconstruir la clasificación de alimentos como buenos o malos", se explica en el libro: "Habitualmente, metemos en el saco de los «alimentos buenos» aquellos que tienen menos calorías o que son más nutritivos: verduras, frutas y cereales integrales, entre otros. Por lo contrario, los alimentos que clasificamos como «malos» son aquellos más calóricos y menos nutritivos: bollería, galletas, chocolate, azúcar, etcétera. En realidad, no hay alimentos buenos ni malos. Por supuesto, hay alimentos más interesantes nutricionalmente y que tienen un impacto muy positivo en nuestra salud y otros menos nutritivos y que, al comerlos habitualmente, podrían dañarla. A diferencia de lo que dice la cultura de la dieta, ningún alimento por sí solo afecta positiva o negativamente a nuestro organismo".

De esta manera, nos ayudan a entender que el impacto de los alimentos en nuestro bienestar no es intrínseco al alimento en sí, sino que "es más bien la frecuencia con la que los consumimos la que marca la diferencia. Nos interesa comer de forma más habitual los alimentos más nutritivos y de forma más puntual aquellos que no lo son. Cada alimento tiene características nutricionales diferentes, pero ninguno es malo en sí mismo ni merece nuestro rechazo".

"Por ejemplo: una pieza de fruta es mucho más nutritiva que una napolitana de chocolate. La fruta contiene vitaminas, minerales, fibra y es menos densa energéticamente (es decir, tiene menos kilocalorías). En cambio, la napolitana de chocolate contiene grasas saturadas y azúcar añadido. Sin embargo, si una tarde te comes una napolitana de chocolate con un café, no es malo. Si te apetece mucho y te la permites, vivirás un momento de satisfacción. Después puedes retomar tu alimentación con normalidad y por supuesto, sin necesidad de compensar. Es interesante que la alimentación diaria esté llena de alimentos nutritivos por amor a ti y a tu organismo. Pero eso no quiere decir que tengamos que demonizar algunos alimentos".

Portada libro Pierde el miedo a engordar.

Portada del libro "Pierde el miedo a engordar".

RBA

En una sociedad obsesionada con la imagen corporal y la búsqueda constante de la delgadez, Pierde el miedo a engordar emerge como un faro de empoderamiento y empatía. A través de un enfoque fresco y compasivo, las autoras nos guían en un viaje hacia la aceptación de nuestro cuerpo y nos muestran cómo liberarnos del miedo a ganar peso, abrazando una perspectiva más saludable y equilibrada: una lectura necesaria para todos, a cualquier edad. Toda una herramienta práctica y llena de consejos fundamentales para construir una relación más amable con nuestra propia imagen, y permitirnos así vivir una vida plena, libre de la tiranía de la báscula.

TÍTULO

Autoras: Claudia Hernández y Sara Mansa

RBA

Páginas: 176

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