Marie Kondo, reconocida experta en organización japonesa, ha ganado renombre mundial por su revolucionario método KonMari. Su enfoque se centra en conservar solo aquellos objetos que despiertan alegría, animando a las personas a evaluar sus pertenencias por categorías, como ropa y libros, y a desprenderse de lo innecesario.
El método KonMari no solo transforma espacios físicos, sino que también aborda la conexión emocional con las posesiones, alentando a agradecer y despedirse de los objetos. En su filosofía de simplificar la vida, promoviendo un entorno doméstico ordenado y armonioso, estamos seguras de que estas 6 costumbres que los españoles tenemos de casa no son del gusto de Marie, de hecho, quizás ni las aprobaría.
6 costumbres españolas en casa que ni la mismísima Marie Kondo aprobaría
Cada país del mundo tenemos nuestras propias culturas y, dentro de ella, llevamos a cabo una serie de hábitos y costumbres que, muy posiblemente, no se repitan en otros lugares o, incluso, en muchos de ellos puede que estén hasta mal vistos o sean de mala educación. En este caso, además, vamos un poquito más allá porque estas 6 costumbres que los españoles tenemos en casa no son solo exclusivas de nuestro país, sino que, además, no cuadran con el método Konmari, ¡hasta Marie Kondo se pone nerviosa con algunas de ellas!
1. Entrar en casa con los zapatos puestos
Con esta costumbre española Marie Kondo se pone las manos en la cabeza. ¿Cómo se nos ocurre entrar en nuestro preciado hogar pisando el suelo con unos zapatos que se han paseado por toda la suciedad de la calle? Es que ya no es solo cuestión de orden y organización, es de higiene. Además, quitarse los zapatos y dejarlos en la puerta de entrada para los japoneses es un signo de respeto. Por eso, Marie recomienda colocar un bonito zapatero en el recibidor para dejar los zapatos y no entrar con ellos en la casa.
2. La decoración del hogar, siempre la misma
Aunque Marie tire más por un estilo minimalista y nada ostentoso, sí que aboga por los cambios en la decoración del hogar, por ejemplo, por estaciones. La japonesa experta en orden y organización recomienda queadaptemos los elementos decorativos de la casa a los colores, luces y texturas de la misma. Así, nos aburriremos menos de ver siempre lo mismo, lo cual nos ayudará a elevar nuestro estado de ánimo.
3. Demasiados objetos personales
Otra costumbre española es guardar todos nuestros objetos personales, da igual en el estado en el que se encuentren, como tengan un valor sentimental para nosotros, ahí que lo guardamos. Y esta acumulación de objetos es totalmente innecesaria para Marie, de hecho, es totalmente opuesto a su filosofía, ya que ella lo que proclama es elegir, con consciencia, los objetos con los que nos vamos a quedar teniendo siempre como base el minimalismo. Para ello, Marie sugiere conservar solo aquellos objetos que generan alegría y tienen un significado positivo en tu vida, liberándote así del exceso de posesiones innecesarias.
4. Decoración pobre en colores
Vale, es verdad que Marie Kondo basa su método en la simpleza, pero en España nos pasamos un poco no dándole color al hogar, todo lo que tenemos de un solo color, ya sean en las paredes, en los cojines, en las alfombras. Por eso, la recomendación de Marie es que agregamos algo de vida al hogar a través de la vibración que transmiten los colores llamativos. A partir de ahora, ya sabes: ¡a combinar colores que te den alegría y te pongan de buen humor!
5. Nuestro amigo inseparable: el bidé
Aunque la decoración de los baños ha ido evolucionando con el paso de los años, muchas casas todavía mantienen el amigo inseparable de los españoles: el bidé. Y es que, si te has criado usando el bidé, es muy difícil vivir sin él. Marie Kondo sabe que es un elemento muy práctico a tener en el cuarto de baño, no sugiere que lo eliminemos si ya lo tenemos, pero vuelve a insistir en la importancia del minimalismo y de tener cuanto menos cosas, mejor.
6. Capas y más capas en las camas
A los españoles nos gusta dormir cómodos y calentitos, sobre todo en invierno, no somos muy amigos del frío nocturno. Por eso, es común que vistamos nuestras camas con muchísimas capas: sábanas, mantas, edredones, colchas, fundas nórdicas. A Marie tampoco le gusta pasar frío por las noches, pero tener tantas cosas cubriendo la cama, al final, es caos y desorganización.
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