Checklist de lo que no puede faltar en un pasillo bien decorado, ¡pasa revista al tuyo!

Junto con el papel pintado, los arrimaderos son un clásico para vestir el pasillo. No solo porque decoran por sí solos, sino porque además protegen unas paredes que es habitual que estén más expuestos a los roces. En cuanto al diseño, las posibilidades son muchas: lisos, con relieve, con cuarterones clásicos o más actuales...

Los pasillos quieren abrirse al resto de la casa y, en la mayoría de casos, lo consiguen tirando paredes o sustituyéndolos por tabiques de cristal, como en este proyecto de Olga Gil-Vernet. Aquí recibidor y cocina se comunican mediante tabiques de cristal con cuarterones que dejan pasar la luz y dan sensación de espacio. Ambas estancias comparten el suelo de madera y el arrimadero en blanco. Cuanto más clara sea la decoración de tu pasillo, más grande parecerá. Esto es todo lo que tienes que hacer para decorar un pasillo oscuro. 

Este pasillo decorado por Sol Van Dorssen ha pasado de oscuro y estrecho a luminoso y amplio jugando bien sus bazas. Lo primero ha sido dejar sin puerta el vano de la pared en forma de arco. Lo segundo, ha sustituido la pared de la cocina por un tabique acristalado, para potenciar la claridad y ensancharlo visualmente. Y, por último, lo ha decorado con elementos adecuados a sus dimensiones: un banco de poco fondo, una pared con fotos y sendas alfombras que lo zonifican y evitan la sensación de tubo. 

Un pasillo un poco ancho es perfecto para planificar armarios. En este proyecto de Martínez Elorza Arquitectura Interior, el pasillo se ha aprovechado para planificar un armario que sirve para guardar hasta la lavadora y la secadora. El pasillo, además, ha ganado estilo con las molduras del techo, a juego con las carpinterías, y los frentes de espejo de los armarios. Y todo en blanco, beige y madera, el trío de la luz y la calidez.

Es un recurso habitual, incluso en pocos metros, porque no resta espacio útil y tiene un gran poder decorativo. Además, en pasillos largos y estrechos, una combinación de varias alfombras te ayudará a romper la sensación de tubo. Puedes aprovechar, como aquí, para darle color a este espacio. Un consejo: al ser una zona de paso, es muy importante equipar la alfombra con una malla antideslizante en caso de no tenerla para evitar resbalones y accidentes. 

En este proyecto de Marta Tobella y Carmen Figueras un entrante en un pasillo se ha convertido en una cómoda zona de trabajo para dos. La mesa, de roble a medida con cajoneras en los extremos, aprovecha el espacio bajo la ventana, con lo que disfruta de mucha luz natural. Además, al tratarse de una zona alejada de las estancias más vividas de la casa es perfecta para concentrarse. 

Es importante que el pasillo cuente con una iluminación general que evite dejar zonas en penumbra. Lo más habitual es optar por focos empotrados colocados cada metro o metro y medio. Otra opción que ofrece una luz indirecta difuminada muy agradable son las linestras led empotradas en la pared, como se ha hecho aquí. Pero se debe prever a la hora de hacer la reforma porque se deberá modificar la estructura de pladur. 

Es una manera de decorar el pasillo y darle entidad propia más allá de ser una zona de paso sin hipotecar ni un cm útil. Además, al tratarse de pocos metros, puedes apostar por un papel pintado que, en otra estancia de la casa, no te atreverías. Los papeles con efecto textil, tan de moda; los de motivos pequeños, como este de florecillas; o los de rayas, por su capacidad para transformar visualmente el espacio, son buenas opciones.

Si tu pasillo cuenta con ventanas, no dudes en vestirlas: le darás un extra de calidez al espacio y, a la vez, ganarás en intimidad. Apuesta por telas vaporosas y de colores claros, para que la luz entre en casa. Si el pasillo es estrecho, mejor optar por estores o screens, que ocupan menos. Las cortinas, que visten más, mejor reservarlas para pasillos amplios donde no puedan ser una molestia. 

Si cuentas con un pasillo amplio ¡aprovéchalo! Con un armario para la ropa de casa –con un fondo de 45-50 cm es suficiente para la ropa doblada–, una librería –las hay con apenas 30 cm de fondo–, una alacena que abastezca la cocina, una librería-juguetero como el de la imagen... Lo único que debes tener en cuenta es que, para disfrutar de un paso cómodo, necesitas unos 90-100 cm de ancho libres. 

Los espejos hacen milagros en decoración, sobre todo si se les busca una ubicación idónea. De nada sirve colocar un espejo orientado hacia una pared vacía y sin gracia. Por contra, si lo sitúas de forma que refleje una habitación anexa, una ventana o incluso una lámpara situada delante, te ayudará a potenciar el ancho del pasillo y, además, llevará más claridad al pasillo.

Los pasillos no tienen por qué ser, solo, zonas de paso. Podemos darles un uso extra, sobre todo si son amplios o cuentan con un distribuidor, como aquí, donde se ha creado un rincón de lectura con mucho encanto que sirve de apoyo al dormitorio contiguo. Una alfombra de yute enmarca la zona decorada con una butaca de fibras, una lámpara de pie de madera y tela y el toque verde de una planta XXL. 

Los pasillos son perfectos para exhibir una serie de fotos, de cuadros o una colección de láminas. Procura colgarlas en una sola pared y dejar la de enfrente libre de elementos decorativos, así llamarás la atención sobre ella. Puedes formar una hilera, como en casa de la interiorista Jeanette Trensig, o agruparlos según el tamaño y estilo. Un consejo: si el pasillo es muy estrecho, elige marcos minimalistas para no que entorpezcan el paso. 

Puedes complementar la iluminación más técnica del pasillo con una lámpara decorativa que vista el pasillo y le dé carácter y personalidad propia, como se ha hecho aquí. Esta opción es muy indicada en pasillos amplios y de techos altos, donde la lámpara podrá lucir sin recargar un espacio que, en general, suele ser estrecho.