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1. Crea un "pasillo" en un lateral

En una estancia estrecha y larga es clave crear un camino para poder ir fácilmente de un espacio a otro. Colocar los muebles de tal modo que no haya que zigzaguear entre ellos. Esta distribución lo consigue: se trata de colocar las piezas apoyadas en uno de los laterales o cerca de este y dejar un paso cómodo enfrente.

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Así es como queda el salón comedor con pasillo

La mesa redonda hace que el espacio libre del pasillo se vea todavía más amplio. Los toques azules armonizan el salón y el comedor, y la lámpara da personalidad a este último.

Sofá Tiempo, mesa de centro, sofá de ratán, puf, mesa de comedor y sillas, todo de The Room Studio. Lámpara de techo mod. Twiggi, de Foscarini. Espacio decorado por Meritxell Ribé - The Room Studio.

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2. Aprovecha la pared más larga para guardar

¿Y dónde apoyas el sofá? Delante. Mira si no esta distribución. La duda que puede asaltarte: ¿y no se estrechará más la estancia? Para que no sea así, opta por pintar el mueble de color claro, que lo aligerará. En esta distribución otro acierto ha sido la mesa: en un rincón, adosada a la pared, sirve para comer o para trabajar.

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¿Cómo aprovechar el mueble si el sofá se apoya?

Como aquí: la parte del mueble en la que se apoya el sofá es un "baúl" en el que guardar tan solo levantando la tabla superior y la parte que queda libre, se ha hecho con cajones (más cómodos que los armarios con puertas).

Sofá, de Mobles Montané tapizado con tela de Güell-Lamadrid. Mesas de centro, en La Maison. Alfombra, de Ikea. Lámpara de pie, de Cottage Little House. Mesa y banco, modelo Norraker, de Ikea. Colchoneta confeccionada por la decoradora, Júlia Casals.

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3. Separa salón y comedor con un mueble

No solo conseguirás definir claramente el espacio del salón y el del comedor sino también "acortarás" visualmente la estancia. El mueble separador puede ser un aparador o una estantería o incluso una chimenea. 

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Mira cómo queda una chimenea como separador

Es una idea genial. Abierta por ambos lados, da calor tanto al comedor como al salón.

Sofá y cortnas, en Upsholstery. Butaca y sillas, de Merc&Cia. Lámpara de pie y mesa velador, de Cottage Little House. Alfombra, en Basarabian. 

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4. Coloca los sofás en un círculo imaginario

Si tu salón lo vas a dedicar exclusivamente a zona de estar, sitúa las piezas creando un círculo. El círculo modificará visualmente la forma de la estancia haciendo que parezca más equilibrada. Aquí, un sofá en esquina y una chaise longue consiguen, junto a un mueble de salón, cerrar ese círculo imaginario. 

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Así queda un salón alargado con una distribución circular

Si el sofá y la butaca comparten un mismo color intenso como este, la sensación de círculo "cerrado" se hace más evidente.

Sofás y chaise longue, de Maisons du Monde. Mesa de centro y auxiliar, de Coton et Bois. Puf, lámpara de pie y de sobremesa, cestos de ratán y bambú, y alfombra, de Sacum.

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5. Un salón alargado incluso con cocina

Una estancia alargada que cuente con tres espacios puede verse muy tubo. ¿Cómo evitarlo? Jugando con las perpendiculares. El sofá, perpendicular a la longitud. Y el comedor y la barra de la cocina, también. 

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Así queda un salón alargado con cocina

Para que quede un espacio compensado, dale más metros al salón e intenta condensar el espacio de la cocina comedor. ¿Una idea? La de esta distribución: el comedor, con un banco adosado a la isla

Sofá modelo Box, de Pia Capdevila, tapizado con tela Sahara de Kirby. Mesas de centro, diseño de la decoradora Pia Capdevila. 

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6. Un estudio junto a la luz y un salón más íntimo

Solemos colocar el sofá junto a la ventana pero suele suceder que cuando nos sentamos, ya es de noche. Si este es tu caso, cambia el chip con esta distribución: aleja el sofá de la entrada de luz (que además te irá mejor para ver la tele) y aprovecha la longitud de la estancia para crear un estudio junto al ventanal porque ahí sí que necesitarás luz. 

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Mira cómo queda un salón alargado con estudio

La zona ganada al balcón es perfecta para ubicar un despacho lleno de luz. Ambos ambientes comparte paleta cromática y estilo. Así parecen un único espacio bien integrado. 

Sofá, de Dadà Interirors. Mesa de centro, mesa velador y espejo, de Cottage Little House. Puf, en Cado. Butaca y silla, en India & Pacific. Alfombra, de BSB. Escritorio, de Mercader de Venecia. Espacio decorado por Irma Aleu y Rosa Viñets.

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7. Con una pared de cristal

¿Tu salón es tan largo que podrían ser dos estancias en vez de una? Hazlas. Pero sin restar luz ni sensación de espacio. ¿Cómo? Con una pared de cristal, como aquí. Un murete bajo con una cristalera encima no empequeñece el espacio y a la vez, crea dos áreas completamente diferenciadas.

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Así queda con una pared de cristal y dos alturas

Un salón alargado y con escaleras... ¿difícil de distribuir? No si optas por la idea de este salón comedor. Un separador de cristal y dos zonas claramente diferenciadas por las diferentes alturas. La alfombra, además, zonifica y recoge el comedor. 

Sofá, de Roche Bobois. Puf de rafia, de Filocolore. Sillas de comedor, en Sacum. Lámparas de techo, de Smithfield, en Avanluce. Espacio decorado por Marta Prats.

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8. Sitúa los sofás perpendiculares y lo acortarás

Otro tipo de distribución que ayuda en las estancias alargadas es colocar las piezas más grandes, como los sofás, perpendiculares a la longitud de la habitación. Así, se contrarresta el posible efecto túnel que generan estas estancias. 

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Así queda un salón con zona de lectura tras el sofá

El sofá que da la espalda al resto de la habitación puede separar el comedor o, como aquí, una zona de lectura más íntima. 

Sofás realizados a medida por Miki Beumala con tela de Güell-Lamadrid. Mesa de centro y mesa auxiliar, en Mercader de Venecia. Librería, de Antonio Sánchez Olmos. Puf, de Cado. Alfombra, de Basarabian. 

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9. Dos salones en uno: uno de cine y otro de relax

Si no necesitas un comedor como tal, un salón alargado pone en tus manos la posibilidad de crear dos espacios para el descanso con distinto objetivo: un salón "interior" concebido como "sala de cine" para ver la televisión y otro cerca de la luz, a modo de chill out, para relajarse y reunirse con amigos.

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Así quedan los dos salones en uno

Puedes darles personalidades diferenciadas como aquí, donde cada salón tiene sus propios colores. Eso sí, los tipos de textil es mejor elegirlos iguales para que haya una armonía ya que comparten espacio. Es el salón del editor textil Borja López de de Lamadrid.

Estores de lino, Rolling Stone, de Les Créations de La Maison, confeccionados por Ferrer&Ponce. Colchonetas tapizadas con tela París, de Güell-Lamadrid, confeccionadas por Tapicería Rey. Cojines tipo kílim mod. Cáucaso, de Güell-Lamadrid. Alfombra amarilla, en Cotlin. 

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10. Un completo estudio tras el sofá

Un sofá esquinero colocado lejos de la esquina permite aprovechar la trasera de uno de sus lados para separar otra zona del salón. En este caso, se ha aprovechado este espacio para crear una completa zona de estudio apoyando en la trasera una mesa. 

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Así queda el salón con estudio

El mueble que se apoya en la trasera del sofá hace las veces de consola y de mesa de estudio extra. Y debajo, permite guardar pufs para sentarse a trabajar o bien llevarlos a la zona de estar para ganar plazas de asiento.

Sofá, butaca de Crisal, puf, mesa de centro, librería de DM lacado y consola, en Cado. Lámpara flexo, de Nordal con pantalla de La Maison. Silla Tulip, en Cado. Alfombra de lana, en Coco-Mat. Salón decorado por Jeanette Trensig.

No solo los muebles pueden hacer que tu salón alargado parezca más ancho y por lo tanto, más amplio. La pintura también puede conseguirlo. Pon en práctica estos tres trucos y conseguirás cambiar el espacio sin tirar un tabique.

1. Acerca la pared del fondo para hacer que tu salón parezca más cuadrado que alargado. Lo conseguirás pintándola de un color más intenso que el resto de paredes.

2. Pinta el techo de un color similar al del suelo y las paredes, más claras. Lograrás que tu salón parezca más amplio y espacioso.

3. Si el techo de tu salón es un poco bajo, no lo pintes oscuro en caso que el suelo sea también oscuro. Píntalo claro como las paredes. Ganarás sensación de amplitud.

Y llénalo de luz, buscando la luz natural e iluminando también las paredes con bañadores para generar un efecto de "alejamiento". Fácil y efectivo.