Lara Pujol conservó todo lo que pudo y lo que no les valía como tal le dieron un nuevo uso, como las contraventanas apoyadas en la pared del dormitorio. "Eran las antiguas contraventanas de la ventana de la fachada principal. Quisimos conservarlas, así que las restauramos y las convertimos en un objeto decorativo-lámpara. Las iluminamos por detrás, así por la noche, cuando la luz se filtra entre las lamas, crea un juego de luces y sombras muy especial", explica Lara. Pura magia.

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