Esta casa es mucho más que una casa. Aquí viven Mabel y su marido, Bob, y, una vez que los hijos se han independizado, han decidido cumplir su sueño: hacer una casa donde viven y que también se abre a visitantes como retiro de yoga, con huerto y cocina ecológica. “Lo hemos bautizado como 'La Cura Retreats'. Era una casa olvidada en el tiempo, deseosa de volver a la vida”, nos dice Mabel, puertorriqueña, profesora de pilates y yogui. “Conjuga todo lo que a mi marido y a mí nos apasiona en esta etapa serena de nuestras vidas, y en ella esperamos jubilarnos”, añade. La masía se encuentra en el Ampurdán, una hermosa región de Cataluña, y consiste en una casa de campo que data del siglo XVI y que ha sido rehabilitada con gran delicadeza y respeto hacia su arquitectura original por sus propietarios. ¡Entramos!

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Esta vivienda es todo lo que soñaban Mabel y Bob

Terraza con pérgola de fibras y cañizo, banco de madera y plantas de exterior.

En el porche, un banco comprado en Sunbury Antiques Market en Londres. Un cojín de Carolina Blue. El cesto de yute, de Zara Home.

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Así, la pareja empezó por edificar el porche con pérgola, un lugar relajante y fresco, utilizando materiales naturales y sostenibles, como madera certificada y cañas de bambú. La decoración se centra en elementos artesanales y naturales, como macramés hechos a mano y plantas en macetas de cerámica o mimbre. "Los muebles son de madera proveniente de fuentes sostenibles, aunque otros se han restaurado para darles a muebles viejos una segunda vida", indica Mabel. 

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La casa también funciona como retiro vacacional

Porche con pérgola, muebles de exterior y gran lámpara de fibras.

En el exterior, unas lámparas de Marta Penina. La pérgola de hierro con caña fue diseñada por Somnisamida. Los cojines, en Dareels, Zara Home y Sacum. 

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La pérgola, construida con madera certificada, brinda una sombra fresca y natural, creando un ambiente perfecto para el descanso y la relajación. En los sofás, los cojines y plaids de tela orgánica proporcionan ese plus de comodidad acogedora. La iluminación suave y cálida de la gran lámpara de fibra natural contribuye a crear una atmósfera relajante y propicia para disfrutar de momentos de tranquilidad y bienestar en medio de la naturaleza.

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La decoración es muy familiar, y no parece un hotel

Terraza con porche con muebles de madera y fibras naturales.

El banco, butacas y mesa de centro son de Decobruc. La banqueta está en Sacum. La lámpara de techo es de Marta Penina. La alfombra Mendo, de Dareels.

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"La casa está en el Ampurdán y es la típica masía catalana. Construida en el siglo XVI, se ha rehabilitado con mucho esmero y cuidado. Mabel nos puso la condición de evitar que pareciera un hotel. Ella quería una casa familiar, con materiales que nos conecten con nuestros ancestros”, nos cuenta Ariadna Asturias, de la constructora Somnisamida y artífice de la restauración.

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La casa da una bienvenida espectacular

Recibidor con paredes de piedra.

Recibidor con sofá y puff, de Lovely Home. Alfombra, de Dareels.

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"El recibidor es una combinación única de estilos que fusiona lo moderno y lo tradicional. Las paredes de piedra aportan un toque rústico y auténtico, mientras que el sofá gris de líneas sencillas agrega un aspecto minimalista y contemporáneo", afirma la arquitecta. "Los materiales naturales y la simplicidad del diseño se complementan, resaltando la belleza de la piedra y la elegancia del sofá. El resultado es un espacio que invita a la calma y a la relajación, un punto de entrada estiloso y con una personalidad única", añade.

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Los arcos y las vigas crean un techo excepcional

Salón con vigas en el techo, estilo rústico, sofá de cuero y arcos como puertas.

En el salón, los sofás de piel son de Timothy Doulton, en Londres. La mesa de centro tallada es de Decobruc. El plaid, de Wringkles y la alfombra, en Dareels.

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¿Su gran reto? “Unir tecnología y confort sin romper lo natural. Es decir, que el ambiente sea rural, pero con todas las comodidades”, explica Ariadna. “Mantuvimos las cualidades arquitectónicas de las masías: las bóvedas catalanas, los arcos y las vigas. Incluso el hierro forjado típico”, indica la arquitecta. Estos elementos los vemos en el salón, que con su estilo rústico, transmite calidez y evoca a lo tradicional. 

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Cada detalle ha sido rehabilitado con cuidado y mimo

Salón rústico con arcos como puertas y dos sofás de cuero.

En el centro, la mesa es de Decobruc. Los cestos son de Matèria. La chimenea fue diseñada por Somnisamida.

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“Los muros son transpirables, los revestimientos favorecen de forma natural la calidad del aire y los suelos son de terracota manufacturada artesanalmente”, añade. ¡Nos encantan los sofás de cuero! Son tipo chéster y, aunque hay decoradores que ya no los aman y creen que están pasados de moda, creemos que en este salón funcionan la mar de bien. Sin duda, son piezas que han sabido captar la esencia de la masía. 

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El comedor está lleno de luz, con muchas fibras naturales

Comedor con sillas de madera, cesta de fibras y vigas en el techo.

En el comedor, mesa de Sunbury Antiques London. Las sillas artesanas son de La Bisbal. La lámpara es de Marta Penina. El mantel de lino es de Calma House. En la mesa, una vajilla con ribete, cubiertos y vasos de cristal de Sophie Bruen Ceramist London. El bajoplato, en Sacum. Los bols, de Dareels.

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"He aprendido a dejar que los espacios te digan lo que necesitan", apunta Mabel. Puede que por ello la casa refleje su historia: “La Cura aloja mis muebles de muchos años, así como piezas compradas en mercados de antigüedades en Londres. Mi inspiración son nuestras vidas, experiencias y viajes”. ¡En el comedor de verano es donde más se ha plasmado su historia! 

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La cocina, gracias a los muebles, refleja la historia de la casa

Cocina con isla moderna y lámparas de fibras.

En la cocina, varios muebles modelo Bulthaup 3 y grifería de Bulthaup Girona. Las lámparas son de Marta Penina. Los taburetes, de La Bisbal. La campana es de Bora. Las plantas, de Colvin. 

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Nos apasiona la combinación de moderno y rústico que se ha logrado en la casa. En la cocina tenemos un buen ejemplo: "es abierta y con mucha luz natural. En el centro, la isla aloja una barra de madera a distinta altura donde sentarse relajadamente, en unos taburetes de mimbre que, por cierto, van a juego con las grandes lámparas", explica Mabel. 

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Los grandes techos aportan luz y amplitud a la casa

Cocina moderna con isla y lámparas de fibras.

Cocina con mobiliario, modelo Bulthauo 3, de Bulthaup Girona. Lámparas, de Marta Penina. Taburetes, de La Bisbal.

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Asimismo, los altos techos crean una sensación de amplitud y grandiosidad en la cocina. Esto da lugar a una atmósfera abierta y aireada, que a su vez puede contribuye a una sensación de mayor luminosidad y claridad, algo imprescindible para conseguir una vivienda que sea acogedora, atractiva y eficiente.

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Las puertas y el mueble del baño están hechos con maderas recuperadas

Dormitorio principal con baño, puerta corredera tipo granjero de madera.

Desde el baño, se ve el suelo hidráulico y mueble bajolavabo recuperado de Somnisamida. La ropa de cama es de Lovely Home, Teixidors y Dareels. La butaca, de India & Pacific.

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Acabamos nuestro relajante recorrido en los dormitorios, que, según nos cuentan, eran oscuros, "pero la estructura estaba intacta y tenían un enorme potencial", señala la arquitecta.

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Las puertas de granero, una tendencia que no podía faltar

Dormitorio con puerta de granero y suelos de madera.

Dormitorio principal con butaca, de India & Pacific.

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Unas imponentes puertas de granero conectan los baños privados con los dormitorios, una opción de puerta corredera que se han vuelto muy popular en la actualidad. Estas puertas, hechas de madera y con un diseño corredero, presentan herrajes visibles que les dan un aspecto tradicional. Sin embargo, también existen versiones más contemporáneas. Su estilo rústico, su funcionalidad (ideales para espacios reducidos) y su versatilidad para combinar con cualquier estilo decorativo las convierten en una de las últimas tendencias en decoración.

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Los dormitorios son discretos pero románticos

Dormitorio principal con cabecero de obra, consola de madera y pared de fibras.

Dormitorio principal con banco de madera recuperada. Butaca, de India & Pacific. Alfombra, de Sacum.

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Las vigas de madera pintadas de blanco dan luz y el cabecero a medida de obra pone el toque moderno a esta estructura centenaria. “Los tonos cálidos me remiten a la tierra. Los crudos y beige me dan paz”. 

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El baño es una estancia para relajarse y disfrutar

Baño con bañera exenta, azulejos y mueble de madera.

En el baño, un mueble y unos espejos por Somnisamida. El lavamanos Rock es de piedra negra. Los cestos son de Matèria. La grifería, de Bossini Cristina.

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Y de una cosa tiene razón, porque desde el baño se respira perfectamente: ¡cuánta paz! La Cura es también una casa de retiros: lacurarereats.com.

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