Seis cocinas pequeñas entre 5 y 15 metros cuadrados llenas de ideas para copiar

Los propietarios de esta casa son una pareja joven con dos hijos y les encanta cocinar. La prioridad era contar con una cocina cómoda, práctica y bien equipada, con amplios espacios para almacenar, trabajar y comer.

¿Y el estilo? Deseaban que resultase moderna y, al mismo tiempo, acogedora. Para el mobiliario eligieron por un modelo FINE de Santos, un diseño contemporáneo de líneas minimalistas y frentes lisos, definido por su sencillez y elegancia atemporal.

El acabado blanco de los frentes, además de proporcionar una mayor sensación de amplitud, refuerza la luminosidad natural de la estancia. Los módulos altos incorporan, en su parte inferior, un perfil LED diseñado por Santos para iluminar la superficie de trabajo. Este lineal se completa con dos muebles columna que, además de ofrecer espacios de almacenaje, incorporan el frigorífico, el horno y una vinoteca.

La clave fue organizar el mobiliario de la cocina Santos en forma de L, con el objetivo de extraer el máximo partido a la planta, facilitar las tareas y ganar espacio para un office. 

Así, en el tramo más largo del amueblamiento se ubican las zonas de cocción y fregado, conformadas por un módulo portaplaca, un portafregadero con cubos para reciclaje de residuos, y un lavavajillas integrado.

El área de preparación se sitúa en el segundo tramo de la L, donde se beneficia de la entrada de luz natural a través de la ventana, así como de las vistas. La zona se equipa con dos amplios cajoneros, ambos dotados de cajones de extracción total y gran capacidad. Estos elementos proporcionan una visión panorámica de los contenidos y, complementados con los accesorios de interior de Santos, facilitan el acceso y la organización de menaje, loza, alimentos y utensilios de gran tamaño.

Esta cocina pertenece a una familia con hijos. El mobiliario debía resultar fácil de limpiar y ofrecer resistencia a los golpes y rayaduras, también por las posibles acometidas de los más pequeños de la casa.

En esta cocina el mobiliario de Santos se organiza en paralelo, con un lineal de módulos bajos que incorpora lavadora, lavavajillas, portafregadero, portaplaca y cajonero, los dos últimos con tres niveles de cajones para guardar cubiertos, vajilla, utensilios de gran tamaño y alimentos. Sobre estos muebles, los armarios altos acogen el grupo filtrante y ofrecen capacidad adicional de almacenaje.

El diseño minimalista de los módulos bajos y columnas, con frentes blancos, lisos y sin tirador, se complementa con el acabado más clásico de los muebles altos, logrando un resultado único y sorprendente, a medio camino entre lo moderno y lo tradicional.

Cumpliendo los deseos de la propietaria, al lado de las columnas se instala una pequeña barra para desayunos, frente al panel acristalado con puerta corredera que une la cocina con el salón. Esta solución permite aligerar la estancia, dotándola de mayor holgura y conectándola visualmente con la sala de estar.

La distribución y equipamiento de esta pequeña cocina con office permite trabajar con comodidad, tenerlo todo a mano y disfrutar tranquilamente de un desayuno o una cena en familia.

La interiorista Natalia Zubizarreta amplió la cocina anexionando el antiguo lavadero. Así pudo añadir este pequeño y acogedor office. El predominio del blanco en el interiorismo refuerza la luminosidad de la estancia, generando sensación de amplitud.

En este caso, la cocina se ubica en la vivienda de nueva construcción de una pareja con dos hijas pequeñas. Los propietarios deseaban una estancia con estilo minimalista, muy limpia y luminosa. Los tonos claros dominan, pero se equilibran con notas de madera de nogal, así como con detalles en negro aportados por lámparas, apliques y mobiliario auxiliar.

El lado menos visible de la cocina se ocupa con cinco armarios columna que, además de integrar el frigorífico, el congelador y los hornos, ofrecen soluciones para guardar de manera ordenada provisiones y utensilios de limpieza. La zona de trabajo se sitúa frente a la composición de columnas, equipada con un módulo portafregadero, lavavajillas, lavadora y secadora integrados, portaplaca y cajonero con tres niveles de almacenamiento, más un lineal de armarios altos que incorpora el grupo filtrante. Con esta distribución se consigue diluir el efecto túnel, logrando que la visión del conjunto resulte más ligera al acceder a la cocina.

Como complemento, Natalia propuso disponer un office en la zona libre al fondo de la estancia, conformado por una mesa, un banco diseñado a medida y sillas, en el que la familia puede reunirse para comer a diario.

Necesitaban una cocina resistente y práctica, que les permitiese trabajar con comodidad, tenerlo todo a mano y disfrutar tranquilamente de un desayuno o plato rápido. Natalia Zubizarreta logró responder a todas sus expectativas en solo 5 metros cuadrados.

La zona de preparación, cocción y fregado integra lavavajillas, lavadora, secadora y portafregadero con cubo de reciclaje y cajón interior, más un módulo portaplaca con tres cajones de extracción total y gran capacidad. Este lineal se completa con armarios altos fácilmente accesibles. Enfrente, dos armarios columna acogen un frigorífico combi, un horno, un microondas y varios módulos de servicio. 

Anexa a las columnas, aprovechando el tramo de tabique restante, se dispone una cómoda barra para dos personas, que con la pared con papel pintado queda muy decorativa.

Los propietarios querían una cocina práctica, multifuncional y con mucha capacidad, así como un office para comer en familia, todo en apenas 11 metros cuadrados. En cuanto al equipamiento, Natalia Zubizarreta organizó el mobiliario de Santos en paralelo, a ambos lados de la puerta de entrada.

Uno de los laterales lo ocupa la zona de trabajo, dotada de portaplaca, portafregadero, cajonero, lavavajillas y armarios altos. 

Enfrente, ocupando los mismos metros lineales que esta composición, se dispone una combinación de armarios columna, altos y bajos que incorpora módulos de servicio, frigorífico combi, horno, microondas, lavadora, secadora y tolva para la zona sucia.

Al tratarse de una vivienda de nueva construcción, la diseñadora pudo plantear la distribución desde cero, y lo primero que decidió fue abrir una ventana al salón, para favorecer la entrada de luz y conectar ambos espacios.

Para cerrar el conjunto, se aprovecha el espacio libre al fondo de la estancia para ubicar el office, con una mesa realizada a medida que se beneficia de la luz que accede a través de la ventana.