Tener una planta de albahaca en casa es toda una maravilla y no solo porque te llena todo con un verde brillante y con un olor a aroma fresco, sino también porque tienes a mano sus hojas para usarlas para darle sabor a las comidas. Pero, como cualquier otra planta o hierba aromática, es necesario que la cuides con mimo y que le des un buen mantenimiento porque, como te descuides, sus hojas pueden amarillear muy rápido. A continuación, te dejamos las 7 razones principales por las que las hojas de la albahaca se ponen amarillas para que revises el estado de la tuya y detectes el problema a tiempo.

7 razones por las que las hojas de tu albahaca están amarillas

Las hojas de albahaca amarillas pierden rápidamente sabor y textura, incluso, podrías terminar perdiendo el follaje por completo, por lo que es importante identificar el problema y corregirlo rápidamente para salvar tu cosecha. Aquí tienes las 7 razones más comunes por las que las hojas de la albahaca se vuelven amarillas:

1. Riego excesivo

Una albahaca regada en exceso es más propensa a que sus raíces se echen a perder y se pudran. Este exceso de agua podría provocar que la planta se marchite y que sus hojas inferiores se vuelvan amarillas. Para evitarlo, deja que los primeros 5 centímetros de tierra se sequen entre riegos y asegúrate de que las plantas de albahaca en macetas tengan suficientes agujeros de drenaje y de drenar todo el exceso de agua antes de devolverla a su platillo.

2. Mal drenaje

El mal drenaje también conduce a la pudrición de las raíces y al amarillamiento de las hojas. Para que tu planta tenga buen drenaje, evita amontonar demasiadas plantas en una maceta, la albahaca crece mejor en macetas grandes y profundas con aproximadamente 11 gramos de tierra por cada planta. Si la tierra de tu planta está compacta, puedes aflojarla suavemente introduciendo un trozo de madera.

Planta de albahaca.

Planta de albahaca.

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3. Falta de nutrientes

La deficiencia de nitrógeno puede provocar que las hojas de la albahaca se vuelvan amarillas. Niveles insuficientes de magnesio, hierro y algunos otros micronutrientes pueden causar clorosis, que es el amarilleo de las hojas debido a una fotosíntesis deficiente. Para que no te pase esto, se recomienda añadir compost al suelo del jardín o de la maceta antes de plantar para aumentar los nutrientes disponibles.

4. Demasiada luz solar

La albahaca es una planta anual que prospera mejor en condiciones cálidas, con 6 a 8 horas de luz solar al día y temperaturas de entre 50 a 80 grados. Sin embargo, períodos prolongados de temperaturas por encima de los 80 grados pueden causar quemaduras en sus hojas. Los bordes se vuelven marrones y las hojas amarillean, incluso, en muchas ocasiones, en estas condiciones mueren y caen. Ponerlas a la sombra por la tarde ayuda a evitar estas quemaduras en sus hojas.

5. Escasa circulación del aire

Si, por estética, mantienes el centro de la albahaca abierto para evitar que sus hojas se compacten es un error, esto provocaría que se marchiten y se vuelvan amarillas. Por eso, es fundamental dar a cada planta suficiente espacio individual y practicar buenos hábitos de cosecha a lo largo de la temporada para mantener una buena circulación de aire dentro de la planta.

Planta de albahaca.

Planta de albahaca.

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6. Floración prematura

Aunque la albahaca es una hierba de clima cálido, las altas temperaturas del verano pueden hacer que la planta entre rápidamente en un estado de floración prematura. Cuando las hojas comienzan a adquirir un tono amarillo, esto puede ser una señal de que tu planta se está preparando para producir flores y semillas. Durante los períodos más cálidos, revisa tu albahaca a diario y quita los brotes y las flores que se formen en la parte superior de la planta. Esto, a su vez, promueve la ramificación y la producción de más hojas.

7. Plagas y enfermedades de la planta

La albahaca no es particularmente vulnerable a las plagas de insectos, pero, por ejemplo, una plaga de arañas podrían causar manchas amarillas en sus hojas, las cuales, poco a poco, podrían volverse marrones y caerse. Para evitarlo, busca telarañas en la parte inferior o entre las hojas.