Dentro del grupo de cactus y plantas suculentas existe una amplia variedad, incluyendo algunas especies que están protegidas por ser vulnerables. En este caso hablamos del peyote, una especie de cactus muy peculiar y desconocida, originaria en México, que se encuentra clasificada como especie vulnerable y que triunfa en los jardines más singulares.
Características del peyote
El peyote (lophora williamsii), también conocido como Hikuri, Carne de Dios o Mezcalito, es una especie vulnerable de cactus del género Lophophora que crece en regiones áridas y desérticas de América del Norte, particularmente en México y el suroeste de Estados Unidos.
El peyote es fácilmente reconocible por su apariencia tan característica, y es que la forma de este cactus es como la de un botón. Su cuerpo es redondeado y no presenta mucha altura, puede llegar a medir hasta 13 centímetros de altura. Esta suculenta está cubierta de pequeños tubérculos que se asemejan a botones verdes o azulados. Una característica distintiva es la presencia de tres espinas blancas o amarillentas, aunque en algunos casos pueden ser prácticamente inexistentes.
En primavera, el peyote produce flores cónicas o en forma de embudo de color blanco o amarillo, que emergen de la parte superior de la planta. Después de la floración, se desarrollan pequeños frutos verdes y carnosos que contienen semillas.
Esta planta es ampliamente reconocida por sus propiedades medicinales. Sin embargo, su atractiva forma y hermosas flores la convierten también en una elección popular en el mundo de la decoración. Además de su valor de planta ornamental, el peyote se integra fácilmente en jardines y armoniza con otras especies vegetales, lo que lo convierte en una opción versátil para amantes de la jardinería.
¿Es una planta de interior o exterior?
El peyote (Lophophora williamsii) es una planta de exterior debido a sus requerimientos específicos de luz solar y condiciones de crecimiento. Esta cactácea es nativa de regiones desérticas y áridas de América del Norte, como México y el suroeste de Estados Unidos. En su entorno natural, el peyote se encuentra bajo la luz directa del sol en suelos arenosos y bien drenados.
Así, cuidar peyote en interiores puede resultar un desafío. El peyote requiere una cantidad significativa de luz solar directa y condiciones de sequedad. Por estas razones, se recomienda tener el peyote en exteriores, en climas cálidos y secos, o en áreas donde pueda recibir al menos 6-8 horas de luz solar directa de forma diaria. Si deseas mantenerlo en macetas, asegúrate de proporcionarle un ambiente lo más parecido posible a sus condiciones naturales.
Cuidados del peyote
Es muy común que surjan dudas sobre los cuidados del peyote. Antes de nada, debes saber que el crecimiento del peyote suele ser lento. Para poder asegurar su crecimiento es esencial proporcionarle una serie de cuidados específicos:
Luz
El peyote requiere una exposición prolongada a la luz solar directa. Colócalo en un lugar donde reciba al menos 6 a 8 horas de luz solar diaria. En climas más cálidos, se puede cultivar al aire libre, mientras que en climas más fríos, se puede mantener en macetas y trasladarlo al exterior durante la temporada de crecimiento.
Riego
El riego debe ser esporádico y moderado. En general, es mejor esperar hasta que el sustrato esté completamente seco antes de volver a regar. Durante el invierno, reduce aún más la frecuencia de riego, ya que el peyote entra en un estado de reposo.
Temperatura
El peyote tolera temperaturas cálidas durante la temporada de crecimiento, pero también puede sobrevivir a temperaturas más frías si se mantiene seco. Protege la planta de las heladas, puesto que pueden dañarla irreversiblemente.
Suelo y drenaje
Utiliza un sustrato específico para cactus o mezcla de tierra arenosa y bien drenada. El peyote es sensible al exceso de humedad, por lo que es esencial que el sustrato permita un drenaje eficiente para evitar la pudrición de las raíces.
En definitiva, para que el peyote crezca adecuadamente, es esencial proporcionarle un entorno adecuado con luz solar directa, un sustrato bien drenado y evitar el exceso de riego. Además, es fundamental comprender su lento crecimiento.
Cómo es la flor del peyote
La flor del peyote (Lophophora williamsii) mide de 1 a 2 centímetros de diámetro. Sus pétalos suelen ser de color rosa pálido, blanco o amarillo y se abren en forma de estrella, formando una delicada corona. Las flores del peyote emanan un encanto especial debido a su estructura elegante y su fragilidad. A menudo, estas flores solo permanecen abiertas durante un corto período, generalmente durante las horas diurnas, antes de cerrarse al atardecer.
Consejos para mantener el peyote en buen estado
Asegúrate de regar el peyote únicamente cuando el sustrato esté completamente seco. Estas plantas son resistentes a la sequía debido a sus hojas suculentas, que almacenan agua. El riego excesivo puede causar daño a las raíces hasta el punto de que se pudran. Es fundamental que el peyote reciba luz solar directa. La iluminación adecuada también contribuirá a mantener los colores vibrantes de la planta.
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