La princettia es una planta que, en los últimos años, se ha puesto muy de moda en la decoración navideña por su delicado color rosa. Su apariencia te es tan familiar porque es una variante de la Euphorbia pulcherrima, la tradicional flor de Pascua. De hecho, su origen es bastante curioso, ya que la desarrollaron en Japón mediante técnicas de hibridación con la idea de crear una flor de Pascua más compacta, duradera y con diferentes tonos  rojo.

Y estas son, justamente, sus dos diferencias principales con su "hermana" poinsettia: su tamaño es más pequeño y sus hojas están disponibles en una gran variedad de tonalidades que van del blanco al rosa más intenso, tonalidades que crean un contraste superbonito con el verde oscuro del resto de sus hojas. Además, la princettia es mucho más resistente que la flor de Pascua y el color de sus brácteas se mantienen intacto por mucho más tiempo.

Si quieres que la belleza de la princettia te acompañe el mayor tiempo posible estas fiestas navideñas, deberás evitar cometer estos 6 errores a la hora de darles sus cuidados.

No hagas esto si quieres que tu princettia esté bonita toda la Navidad

La princettia es una planta relativamente fácil de cuidar si evitas estos errores tan comunes que se suelen cometer con ella. ¿Lo bueno? Pues que, si no está bien, la princettia te dará señales claras para que te des cuenta. Por eso, obsérvala con frecuencia.

Princettia, la flor de Pascua rosa

Princettia, la flor de Pascua rosa

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1. Recibe poca luz o demasiado sol

Aunque la princettia no tolera el sol directo, necesita mucha luz natural para mantenerse vibrante y colorida. Lo ideal es ubicarla cerca de una ventana bien iluminada, pero protegida del sol intenso, para evitar que sus hojas se quemen.

2. Está expuesta a corrientes de aire

La princettia es muy sensible a los cambios bruscos de temperatura. Colocarla cerca de ventanas abiertas o puertas que se usen constantemente puede dañarla rápidamente. Por eso, asegúrate de ubicarla en un lugar protegido y lejos de corrientes de aire.

3. Riego excesivo o insuficiente

El riego incorrecto es una de las principales causas de que sus hojas se caigan. Evita dejarla encharcada, pero tampoco permitas que el sustrato se seque por completo. Lo ideal es mantener un nivel de humedad constante, revisando la tierra con el dedo antes de regar.

4. Tenerla en un lugar con baja temperatura

Es una planta que necesita temperaturas entre 15 y 22 grados para prosperar. Evita colocarla cerca de radiadores, chimeneas o cualquier fuente de calor, ya que podría secarse rápidamente.

5. Su sustrato está muy compacto

Un sustrato compacto no permite un buen drenaje ni una correcta oxigenación de sus raíces, lo que puede provocar que estas se asfixien o desarrollen hongos. Asegúrate de utilizar un sustrato ligero y bien aireado.

6. Abonarla demasiado en invierno

Aunque el abono es importante para mantener la princettia saludable, en invierno no debe abonarse con frecuencia ya que está en su periodo de reposo. Durante esta temporada, basta con abonarla ligeramente una vez al mes.