Una de las plantas perfectas para añadir en el interior son las suculentas. Son plantas de bajo mantenimiento y que permiten crear rincones verdes en casa de lo más apetecible. Desde un centro de mesa, pasando por un rincón natural junto a la ventana o en la chimenea. Está claro que las suculentas siempre tienen un hueco especial en casa. Una de las variedades que puedes añadir es el famoso kalanchoe tormentosa. Un tipo de planta muy peculiar, que tiene pocos cuidados y es muy duradera.
Características del Kalanchoe tomentosa
El kalanchoe tomentosa, también conocido como "planta panda", es una suculenta originaria de Madagascar que destaca por sus hojas carnosas cubiertas de una fina pelusa, lo que le da un aspecto suave y atractivo.
Sus hojas son de color gris verdoso con puntas marrones, lo que aporta un toque muy característico. Puede alcanzar una altura de hasta 45 centímetros en interiores. Es de crecimiento lento, por lo que no requiere de mucho mantenimiento.
Cuidados del Kalanchoe tomentosa
Riego
Riega la planta moderadamente, dejando que el sustrato se seque completamente entre riegos. En invierno, reduce el riego a una vez al mes o menos, ya que el kalanchoe tomentosa es susceptible al exceso de agua, lo cual puede provocar la pudrición de las raíces.
Dónde ponerlo en casa
Coloca el kalanchoe tomentosa en un lugar donde reciba luz natural indirecta o sol suave. Es ideal añadir la planta junto a una ventana bien iluminada. Evita ponerlo en sitios con corrientes de aire o cambios bruscos de temperatura.
Sol o sombra
Necesita buena iluminación, pero prefiere luz indirecta o sol suave, ya que el sol directo e intenso puede quemar sus hojas. En interiores, una ventana orientada al este o al oeste es ideal para recibir luz indirecta la mayor parte del día.
Abono
Abona la planta una vez al mes durante la primavera y el verano con un fertilizante específico para suculentas o cactus. No es necesario fertilizar en otoño e invierno, ya que la planta entra en un periodo de descanso.
Temperatura
Prefiere temperaturas entre 15 y 25 °C. Es sensible a las heladas, por lo que es mejor mantenerla en interiores si el clima es frío. Mantén la planta en un ambiente seco y cálido en invierno, evitando temperaturas inferiores a los 10 °C.
Cómo es la flor y todo lo que debes saber sobre ella
La floración es poco común en interiores, pero cuando florece, produce pequeñas flores tubulares de color verde claro con puntas marrones o rojizas. Puede florecer en primavera, aunque esto suele ocurrir en condiciones óptimas de luz y cuidado. Para incentivar la floración, asegúrate de que reciba suficiente luz y un periodo de descanso invernal con menor riego y temperaturas algo frescas.
Consejos para mantenerlo en buen estado
- Evita el exceso de riego: El mayor enemigo del kalanchoe tomentosa es el exceso de agua. Permite que el sustrato se seque completamente antes de volver a regar.
- Buena iluminación: Ubícalo en un lugar con luz indirecta brillante para evitar el estiramiento de las hojas.
- Corte de hojas dañadas: Si alguna hoja se vuelve marrón o seca, córtala cuidadosamente para que la planta mantenga un aspecto saludable.
- Sustrato bien drenado: Utiliza una mezcla de tierra para suculentas o cactus para asegurar un drenaje adecuado y evitar que el agua se acumule en las raíces.
Enfermedades comunes
- Pudrición de raíces: Causada por el exceso de agua o mal drenaje. Se manifiesta en el marchitamiento y ablandamiento de la planta.
- Hojas caídas o blandas: Indica exceso de agua o falta de luz.
- Manchas en las hojas: Pueden ser causadas por hongos debido a un ambiente húmedo o poca circulación de aire.
- Plagas comunes: A veces pueden aparecer cochinillas o pulgones. Trata las plagas con un insecticida específico para suculentas o un poco de alcohol en las zonas afectadas.
Beneficios de tenerlo en casa
Como otras suculentas, el kalanchoe tomentosa contribuye a purificar el aire y a reducir el dióxido de carbono. Su aspecto suave y atractivo lo hace una excelente planta decorativa para cualquier espacio.
Es fácil de cuidar y no requiere de mucho tiempo, siendo ideal para quienes tienen poca experiencia con plantas. Tener plantas en casa ayuda a reducir el estrés y a crear un ambiente más relajado y armonioso.