10 errores frecuentes al cuidar los cactus y que tienen fácil solución

Cuando nos hacemos con una nueva planta debemos pensar en cuál es su lugar de origen e intentar reproducir esas condiciones en casa. Los cactus proceden de zonas desérticas así que están más que acostumbrados a las sequías. Riégalos muy de vez en cuando para no ahogarlos.

De nuevo, pensemos en cómo es la vida de un cactus en el desierto. Necesitan luz, directa o indirecta pero abundante siempre. En un ambiente con luz demasiado tamizada o escasa, no nos van a durar demasiado. En estos casos, tienden a crecer de manera alargada y a amarillear. Cámbialo de ubicación lo antes posible.

Si estás acostumbrado a tener plantas tropicales en casa como las Calatheas o las Monsteras quizá tengas la costumbre de pulverizarlas con agua de vez en cuando. Con un cactus NO es necesario, de hecho, puede ser bastante perjudicial para la planta vivir en ambientes excesivamente húmedos.

Las macetas de vivero suelen ser de plástico y están muy bien para mantener la humedad en el sustrato de ciertas plantas. Pero para otras pueden ser perjudiciales. En el caso de los cactus y también de las suculentas, siempre será mejor usar macetas de barro que permiten que el agua se evapore más rápido. Vigila que tengan agujero de drenaje y que no sean excesivamente grandes. Los cactus no necesitan demasiado espacio para sus raíces.

Por norma general siempre se desaconseja trasplantar las plantas durante los meses de frío. Más todavía en el caso de los cactus. Si tienes que moverlo a un tiesto más grande, hazlo en primavera o verano y siempre cuando el sustrato esté lo más seco posible. De esta manera, evitarás que tu cactus se estrese más de la cuenta y pueda acabar muriendo.

Si piensas trasplantar tus cactus debes saber que utilizar un sustrato universal sin más puede ser fatal para ellos. Los cactus necesitan una tierra con muy buen drenaje. Por ello, lo más aconsejable es comprar un sustrato específico para ellos o hacer tu propia mezcla. Para ello, necesitarás dos partes de sustrato universal y un tercio de una piedra volcánica porosa y ligera como la pumita o la piedra pómez. Esta mezcla también te puede servir para suculentas. 

Vale, los cactus necesitan poca agua pero algo sí que hay que regarlos. Olvidarnos de ellos por completo tampoco es buen plan a largo plazo. Recuerda, riega en poca cantidad y de vez en cuando pero riega.

Es un error muy común en el cuidado de todo tipo de platas. Hay que abonarlas con un abono específico para la variedad concreta que tengamos y ahí también están incluídos los cactus. Cada fabricante tiene unas especificaciones de uso distintas, síguelas y tus cactus crecerán más y mejor.

El verano y la primavera son buenas épocas para tener tus cactus fuera de casa, de hecho algunas especies requieren que las saquemos al exterior para que les salgan flores. No obstante, cuando llegue el frío, mejor refugiarlas en casa para que tengan una temperatura constante y agradable ideal para su desarollo.

Ya tienes tu cactus, ¿dónde lo colocas ahora? Teniendo en cuenta todo lo anterior, tienes que elegir un lugar donde le dé la luz, aunque no excesiva, haya algo de humedad y esté a salvo de niños y mascotas. Si das con una localización en la que ves que tu cactus se encuentra cómodo ¡evita cambiarlo de sitio!