Las plantas aportan frescura, vida y alegría a los espacios exteriores, incluso, ayudan a crear un ambiente más acogedor y relajado. Es verdad que plantas par exteriores hay miles y quizás sea difícil elegirlas. Por eso, queremos hacer una nueva propuesta un tanto diferente a lo que, quizás, estás acostumbrada: ¿y si te animas a decorar tu patio o jardín con arbustos que se convierten en árboles?

Básicamente, son árboles en versión mini y presentados en macetas para añadir altura, verticalidad y variedad visual al espacio exterior. Para inspirarte, te dejamos, a continuación, una selección con 6 arbustos que se convierten en árboles, perfectos para patios y jardines.

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1.

Arce japonés

Arce japonés

Arce japonés

CANVA

El acer palmatum, originario de Japón, Corea y China, y científicamente conocido como acer palmatum, es un arbusto puede crecer hasta convertirse en un árbol de tamaño mediano, llegando a alcanzar una altura de entre 6 y 10 metros. Es muy aclamado en el mundo de la jardinería por su follaje colorido que cambia de color en cada estación, presentando tonos rojos, naranjas o amarillos en primavera, pasando a verdes en verano y terminando en espectaculares tonos rojos, púrpuras o dorados en otoño.

Además, sus ramas son delgadas con apariencia elegante y sus flores pequeñas le dan un toque delicado. Es ideal para jardines con sombra parcial y le gustan los suelos bien drenados, de ácidos a neutros y ricos en materia orgánica. Es de riego regular y necesita poca poca.
 

2.

Lila

Lila

Lila

CANVA

La syringa vulgaris, conocida como lila, es un arbusto caducifolio de fragantes y vistosas flores. Originaria de Europa del Este, este arbusto puede alcanzar una altura de entre 3 y 6 metros. Sus hojas sn ovadas y de un verde intenso y sus flores pueden variar en color, aunque las más comunes son las púrpuras. La lila florece en primavera, generalmente entre abril y mayo, es un arbusto resistente y se adapta bien a diversas condiciones climáticas.

Para su cuidado, la lila necesita una ubicación con pleno sol o sombra parcial, floreciendo mejor con al menos seis horas de luz solar directa al día. Prefiere suelos bien drenados, ligeramente alcalinos y ricos en materia orgánica. Requiere riego regular durante el primer año de plantación para establecer un buen sistema radicular, aunque una vez establecida, es tolerante a la sequía.

3.

Laurel cerezo

Laurel cerezo

Laurel cerezo

Verdecora

El laurel cerezo es un arbusto perenne de follaje denso y brillante. Puede alcanzar una altura de 5 a 7 metros, aunque a menudo se mantiene más bajo mediante poda. Sus hojas son grandes, de color verde oscuro y lustrosas, lo que proporciona una apariencia elegante y exuberante durante todo el año. Produce racimos de pequeñas flores blancas en primavera y, tras la floración, desarrolla frutos pequeños y negros (no son comestibles).

En cuanto a sus cuidados, el laurel cerezo es bastante resistente y adaptable. Prefiere ubicaciones con pleno sol o sombra parcial, y se adapta bien a una variedad de suelos, siempre que estén bien drenados.

4.

Limonero

Limonero

Limonero

CANVA

El limonero en arbusto es una variante compacta del tradicional árbol de limón pero con un tamaño ideal para para jardines pequeños. Puede alcanzar una altura de 1,5 a 3 metros, lo que lo hace manejable y adecuado para patios y terrazas. Tiene hojas perennes, de color verde oscuro, y produce flores blancas muy fragantes durante todo el año, pero principalmente en primavera y otoño.

Las flores del limonero en arbusto son seguidas por limones, que comienzan verdes y maduran a un amarillo brillante lo que significa que, además de decorar tus exteriores, también disfrutarás de una cosecha continua de limones frescos todo el año. Para ello, deberás colocarlo en una ubicación con sol directo y ofrecerle un suelo bien drenado y ácido.

5.

Ciprés

Ciprés

Ciprés

El Mueble

El ciprés es un arbusto conocido por su elegancia y verticalidad. Pertenece al género Cupressus y se distingue por su forma cónica que puede alcanzar alturas impresionantes. Sus hojas son pequeñas, escamosas y de un verde brillante que persiste durante todo el año. Los cipreses producen pequeñas flores, aunque no son muy vistosas.

Los cuidados mínimos que requiere un ciprés incluyen un suelo bien drenado y ligeramente ácido, así como exposición a pleno sol para un crecimiento óptimo. Es resistente a la sequía una vez establecido, pero puede beneficiarse de riegos regulares durante los primeros años de vida. 

6.

Camelia

Camelia
Unsplash

La camelia es un arbusto perenne muy elegante que llama la atención por el verde oscuro de sus hojas que contrastan con los colores de sus flores grandes y exuberantes. Su floración suele ser en invierno y primavera, lo que significa que podrás disfrutar de sus colores durante los meses más fríos.

Para cuidarlas, debes saber que prefieren suelos bien drenados y ácidos, así como una ubicación parcialmente sombreada que les proteja de los vientos fríos y los rayos solares directos. Requieren riegos regulares para mantener el suelo ligeramente húmedo, especialmente durante períodos de sequía.