No es la primera vez que Vanesa Travieso nos habla desde su experiencia personal y nos cuenta que el dormitorio es la estancia de la casa donde más 'porsiacasos' acumulamos, cuando debería ser lo contrario: un espacio bien ordenado, con pocas cosas y mucho equilibrio y armonía para que cree el ambiente más adecuado para nuestro descanso, lleno de paz y calma. 

Ya vimos que en su nuevo libro 'El poder detrás del orden' también ha hecho mención a otros objetos que acumulamos en el dormitorio sinsentido, como una silla o varias categorías de braguitas en el armario. Pues bien, ahora le ha llegado el turno a la ropa de andar por casa: ¿de verdad la necesitamos o es que no sabemos desapegarnos y descartarla?

La ropa de andar por casa... ¡YA NO SE LLEVA!

"Decir ropa de andar por casa es casi decir que vamos en pijama", afirma Vanesa en su libro. Si hay algo que la experta en orden tiene claro, y que no le importa gritar a los cuatro vientos, es que la ropa de andar por casa ya no se lleva. Hace mucho tiempo que pasó de moda eso de guardar en el armario esas prendas que, por un motivo u otro, ya no te pones para salir a la calle y que crees que es mejor dejarlas en el armario para cuando te apetezca estar cómoda en casa, ponértelas. Esto es gravísimo porque, muy en el fondo, sabes que nunca te las pondrás.

En este lote de prendas que guardamos para andar por casa, porque ya tienen una apariencia feúcha para aparecer con ellas ante la sociedad, algunas de las más comunes, según Vanesa, son las siguientes:

  • Ropa que ya no no nos atrevemos a llevar por la calle porque nos da vergüenza.
  • Pantalones estirados en la entrepierna, descoloridos y con la cintura dada de sí.
  • Camisetas y sudaderas con tres o cuatro tallas más grandes y con agujeros.
  • Jerséis con bolas.
Chica guardado prendas en una caja_00449821
RBA

¿Cuánta ropa de andar por casa necesitamos?

En sus visitas a las casas de sus clientes, Vanesa está acostumbrada a encontrarse de dos a tres cajones destinados a guardar, exclusivamente, prendas de vestir pertenecientes a esta categoría de ropa, la de "andar por casa". Aunque a sus clientes les parezca muy buena idea, en realidad, están llenando un espacio valioso con prendas que están en malas condiciones. Vanesa dice que, cuando les pregunta por qué guardan este tipo de prendas para casa, la excusa es siempre la misma: "es que estoy supercómodo", "me encanta", "es muy gustosita", "es que me la regaló tal persona", "la guardo desde que tenía quince años".

Estas excusas, como bien afirma Vanesa, lo único que hacen es atrasar la decisión de descarte, porque si estas prendas no están bien para salir a la calle, ¿cómo sí lo van a estar para estar por casa? Vanesa sí es partidaria de la comodidad en casa, pero usando prendas bonitas, en buen estado y cómodas, estas tres características sí que pueden ir juntas dentro esta categoría de ropa. Como prendas de andar por casa, Vanesa recomienda contar con un par de pantalones cómodos y monos y un par de camisetas que no usemos pero que estén bien cuidadas, prendas que, si el vecino llama porque se le ha olvidado las llaves en su casa, no te dé vergüenza de que te vea con ellas. "Descarta, por favor".