Soy experta en orden y esto es lo primero que hago cuando me levanto a las 7am

Cuando era pequeña, siempre aborrecía el momento de hacer la cama. No lograba entender por qué mi madre insistía tanto en ello. Lo mío era despertar e ir corriendo a la cocina para desayunar y ver los dibujos animados. Pues bien, a mis casi 36 años, tengo que confesar que comprendo perfectamente –y comparto– la fijación de mi madre con esta tarea mañanera. Y por si esto no fuera suficiente, también he creado una mini rutina de orden personal que comienza desde el momento en que abro los ojos y que sigo fielmente. Te aseguro que es muy sencillita y rápida. Vamos, que en cosa de media hora ya he terminado. ¿Quieres saber de qué va? Pues venga, vamos a ello.

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1. Dormitorio

Como era de esperar, los primeros pasos de mi rutina ocurren en el dormitorio. Lo primero que hago siempre es abrir las ventanas para ventilar la habitación. A continuación, recojo las cosas que haya dejado en la mesita la noche anterior, como el teléfono, el libro que esté leyendo en ese momento, el bálsamo labial, y últimamente, los paquetes de pañuelos (bendito invierno). Menos el teléfono, todo lo demás lo guardo en uno de los cajones de la mesita. La siguiente tarea, en cuanto ha ventilado lo suficiente, es hacer la cama. Si el día no amanece lluvioso, suelo hacer la cama después de desayunar, pero si hay mucha humedad en el exterior, ventilo menos tiempo (unos 10 minutos aproximadamente). Además, si hay ropa tendida del día anterior, reviso si ha secado y la dejo doblada y recogida para no acumular faenas.

2. Cocina

Luego, me voy a la cocina, y antes de preparar el desayuno, recojo los platos y demás cacharros del lavavajillas (que siempre lo dejo puesto por la noche). A continuación, preparo mi maravilloso bol con frutas, granola y yogur griego, hago un café y me siento a tomarlo en calma. Al terminar, a veces lavo lo del desayuno a mano, pero normalmente lo meto en el lavavajillas.

3. Salón

Una vez con la cocina recogida, doy una vuelta rápida por el salón. Aunque acostumbro a dejar los cojines y las mantas ordenadas antes de acostarme, hay noches en las que no puedo con la vida y lo dejo para el día siguiente. Así que, si ese ha sido el caso, aprovecho para ponerlo todo en su lugar.

3. Baño

En el baño también tengo ciertas manías de orden. Por ejemplo, después de utilizar los botes de gel, champú, cremas, etc., vuelvo a dejarlos en su sitio. También me aseguro de colocar bien las toallas para que queden monas (nada de dejarlas revueltas como hace mi novio jejeje), repaso el espejo por si han caído algunas gotas de agua o motas de polvo y me voy al despacho.

4. Despacho

En este punto, es probable que solo te sientas identificada conmigo si también teletrabajas desde casa. Antes de encender el ordenador y ponerme a revisar el correo, siempre anoto en mi agenda las tareas del día, de la más a la menos urgente. Además, apunto por separado las tareas del trabajo y las personales. En cuanto todo está planificado, empiezo mi jornada laboral.

Por cierto, a esta pequeña rutina, también tendría que sumarle el orden en las cosas de mis perros. Principalmente, en sus juguetes, porque siempre acaban desperdigados por el suelo y más de una vez me he clavado uno de sus huesos en el pie. En fin, cosas de madre perruna. Hay que quererlos como son.

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