La nevera es el electrodoméstico que más energía gasta (hasta el 19% del total de la factura de la luz) y del que de ningún modo podemos prescindir. Lo único que podemos hacer para reducir su consumo energético y, en consecuencia, reducir el gasto en electricidad, es conocer más sobre el frigorífico y sus trucos de ahorro. ¿Cuánto consume una nevera? ¿Debemos dejarla abierta o vacía? ¡Nosotros os sacamos de dudas ahora mismo!
Una nevera llena gasta menos
Dudas resueltas: un frigorífico vacío gasta mucho más que uno que está lleno. Porque aunque al principio costará más enfriar todos y cada uno de los alimentos dentro de la nevera, después les costará menos mantener el frío gracias a las propiedades termoestables del agua que contienen.
¿La principal diferencia? Una nevera llena contiene menos aire y, por lo tanto, el intercambio de aire caliente con el exterior será mucho menor que si estuviera llena. Como resultado, es preferible mantenerlo lo más lleno posible y, no hace falta decir, que cuanto menos abramos la puerta de la nevera, ¡mejor!
Cuánto consume una nevera al mes en euros
Sabiendo ya que una nevera llena consume menos que una vacía, ¿te gustaría saber cuánto consume una nevera al mes? Para empezar, debes tener en cuenta la categoría de eficiencia energética de tu electrodoméstico. Los frigoríficos de bajo consumo (bajo la etiqueta energética A – C) consumen alrededor de 175 kW anuales. En cambio, los clasificados bajo la etiqueta energética D – G) consumen una media de 646 kW anuales, una diferencia considerable que se reflejará claramente en la factura de la luz.
Visto este detalle, y teniendo en cuenta que el precio de la luz cambia y que el gasto también varía según el buen uso que se le hace de la nevera, el gasto anual de una nevera de máxima eficiencia sería aproximadamente entre 44 y 71,5 euros; de nivel medio, entre 81 y 94,1 euros; y de peor eficiencia, entre 127,6 y 162,6 euros. Si lo calculamos por meses, las de clase A costaría entre 3,5 y 6 euros; las de clase media entre 6,75 y 7,8 €; y las que más consumen estaría entre 10,6 y 13,55 € al mes.
Consejos para que tu nevera gaste menos
- Si estás por comprar tu frigorífico, lo más recomendable es que busques uno con una eficiencia energética A+, A++ o A+++. Esto se traduce en que, aunque en principio sean un pelín más caros, su funcionamiento es mucho mejor, hacen que su consumo eléctrico sea menor y el impacto medioambiental también se reduce considerablemente.
- Regula adecuadamente la temperatura para no forzar a que se sobrecargue. Lo ideal es que el interior tenga unos 5 ºC y el congelador alrededor de -18 ºC. Son los estándares energéticos para que los alimentos se conserven en óptimas condiciones y la factura no se dispare.
- Planifica la ubicación de la nevera. Procura no ponerla cerca de alguna fuente de calor tales como el horno, la vitro o un radiador, ya que gastará más energía intentando mantener la temperatura idónea en su interior. Además, conviene que haya cierto espacio en la parte trasera para permitir su correcta ventilación.
- No metas cosas calientes a la nevera. Espera a que se enfríen a temperatura ambiente, de otra forma estarías obligando a que subiera la temperatura a marchas forzadas para mantener el interior a esos 5ºC de manera uniforme. Además, puede provocar condensación, lo cual se traduce en escarcha en el interior e incluso se pueden crear bacterias y malos olores.
- Sí, ya sabemos que los antojos están a la orden de día, pero intenta no estar abriendo la nevera cada dos minutos, ¿por qué? Pues muy sencillo. De nuevo obligas a tu electrodoméstico a elevar su potencia para mantener los alimentos a una temperatura estable. Lo mismo sucede si la dejas mucho tiempo abierta. ¡Ah!, y revisa periódicamente las gomas para cerciorarte que las puertas cierren bien y no haya fugas de frío.
- La higiene de tu frigorífico es básica para que funcione mejor y, por lo tanto, te permite ahorrar en consumo eléctrico. Hoy en día la mayoría son no frost, pero de no ser así, descongélalo frecuentemente, ya que el exceso de hielo actúa como aislante y no permite que los alimento se mantengan a la temperatura adecuada. A partir de 3 milímetros de escarcha, tu nevera consume hasta un 30% más de energía. Limpia la parte trasera para que pueda funcionar correctamente, quítale el polvo y ojo con el moho.
- Si te vas de vacaciones, puede activar esta función que las neveras más modernas tienen, o mejor aún, déjalo limpio, vacío y desenchufado, especialmente si te vas a ausentar por un periodo de tiempo largo.
Cómo organizar tu nevera para que gaste menos
Tener la nevera organizada es fundamental para que cada alimento reciba el frío que necesita y se conserven de manera eficiente. Es importante que los alimentos no toquen la nevera y sean colocados en su lugar correspondiente:
- En la puerta: Es la zona menos fría de la nevera (recibe mucho más contacto con el aire caliente del exterior). Es la ideal para los alimentos que necesitan ser conservados en menos frío, como son los huevos, las salsas, los zumos, el vino o las mermeladas.
- En la parte superior. Se colocarán productos ya abiertos que no necesitan ser conservados en un frío muy elevado y que no pierden propiedades, como es el tomate frío, los embutidos o la nata.
- En la parte media. Se deberán poner los lácteos como quesos y yogures, los productos abiertos y las sobras de los otros días (en paquetes herméticos o de cristal).
- En la parte baja. Es la parte más fría de la nevera. Aquí van los productos perecederos como la carne y el pescado. La mayoría de neveras incorporan una caja especial para proteger estos alimentos del aire caliente del exterior al abrir la puerta de la nevera.
- En los cajones. Guarda en ellos las frutas y verduras que requieran ser refrigeradas, excepto frutas de origen tropical, cebollas, patatas y ajos.
Es indispensable que, unidos a estos consejos, aprendamos a leer nuestra factura de la luz para saber por qué, cómo y cuánto te están cobrando por el servicio.
¡Limpiemos la nevera!
- Vacíala completamente, saca toda la comida de las bandejas.
- Desenchúfala, es muy importante que lo hagas para evitar posibles accidentes con la electricidad y el agua.
- Puedes hacer una mezcla de bicarbonato con agua, como la que te contamos aquí, es superefectiva con las manchas y ayudará a evitar los malos olores.
- Revisa bien los alimentos antes de volver a guardarlos, tira los que estén en malas condiciones o caducados y limpia bien los envases antes de meterlos.
- Para el exterior, el limón es perfecto para dejar como nuevas las superficies de acero inoxidable. Mézclalo con un chorrito de aceite de oliva.
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